"En los últimos días en el país se registró una violación muy grave del alto el fuego, de hecho, casi podría llegar a una ruptura total de la tregua con el fuego abierto en muchas regiones", dijo Salamé.
Informó que este 28 de febrero el aeropuerto de Trípoli fue blanco de ataques y, además, durante el día se produjeron disparos en varios barrios de la ciudad.
"Evidentemente, en ninguna de las direcciones [para la solución del conflicto] se puede avanzar mientras suenen los cañones, así que reiteramos el llamado a respetar la tregua acordada por ambas partes el 12 de enero", dijo Salamé, "insistimos en que, pese a todo, continúen las tres líneas de trabajo, la económica, la política y la militar".
Hablando de los resultados de las negociaciones libias el 26 de febrero en Ginebra, comentó que "nos sorprendió que justo después de su inicio algunos se pusieran de pie y se fueran porque les habían pedido hacerlo, pero tuvimos una discusión fructífera con aquellos que se quedaron".
Según Salomé, al final siete de los 13 participantes asistieron a las negociaciones.
Seis representantes de ambas partes beligerantes abandonaron Ginebra luego de que el Parlamento libio, con sede en Tobruk, suspendiera la participación en las consultas políticas en Ginebra.
Salamé afirmó que la ONU espera que las consultas políticas se reanuden en Ginebra.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio, y el Gobierno de Acuerdo Nacional avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.