"La mejor manera de ayudar a Libia hoy sería establecer una tregua y recuperar los ingresos del petróleo en el país, ya que Libia es un país rico que tiene un potencial", destacó Maurer.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder Muamar Gadafi en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio, al mando del mariscal Jalifa Haftar, y el Gobierno de Acuerdo Nacional, avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
Ayuda humanitaria para Siria
Además, el CICR está conversando con el Gobierno sirio y otras partes interesadas para encontrar una manera de enviar una mayor asistencia humanitaria a la provincia de Idlib.
"Hoy, con la reanudación de las acciones bélicas y una operación militar, la situación se ha vuelto más peligrosa y, como siempre, el CICR junto con el Gobierno sirio tratará de encontrar las vías que nos permitan ampliar nuestra operación humanitaria para quienes la necesitan", dijo Maurer.
En este contexto Maurer subrayó que Idlib necesita cada vez más ayuda humanitaria y prometió que el CICR hará todo lo posible para entregarla.
La tensión en la zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 por un acuerdo entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, aumentó a principios de febrero debido al intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios que se produjo en medio de la ofensiva del Gobierno sirio para recapturar esa provincia, el último bastión de terroristas y rebeldes.
Ankara exige la retirada de las tropas sirias de Idlib, amenazando con lanzar una operación militar en esa provincia, mientras Damasco considera que la presencia turca en la región vulnera su soberanía.