La España interior, salvo Madrid, se está despoblando debido a un flujo migratorio constante hacia la capital y, salvo excepciones, al litoral, que ha tenido lugar durante décadas.
La razón es que se está muriendo la agricultura y la ganadería, "el principal motor de la España interior, de la España vaciada, de la España rural", dijo a Radio Sputnik el portavoz de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Extremadura, Luis Cortés.
Como resultado, se ha llegado en algunas zonas rurales a "un desierto demográfico", apuntó Héctor Alepuz, responsable de comunicación de la Asociación Valenciana de Agricultores.
"Las casas se vacían, los pueblos pierden niños, se cierran colegios, hay cada vez menos servicios. […] Si la agricultura y ganadería fueran bien, la España vaciada no estaría tan vaciada, sería más llena", enfatizó.
Subrayó, asimismo, que el problema no es sólo la despoblación, lo cual sí es importante, sino que también se trata de la "soberanía alimentaria" y hasta de la seguridad nacional.
En tanto, todo apunta a que a los poderosos no les preocupa la situación, sino que son ellos los que la provocan en función de sus intereses económicos. A raíz de ello, Carlos Martínez les acusó de estar "gobernando contra los pueblos de Europa".