"Irán aplicó y concluyó las medidas proporcionadas de autodefensa en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU contra una base de donde se lanzó un ataque cobarde contra nuestros ciudadanos y altos funcionarios", escribió Zarif en su cuenta de Twitter.
El canciller persa aseguró que Irán "no busca una escalada ni una guerra, no obstante se defenderá de toda agresión".
El artículo 51 de la Carta de la ONU reza que "ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales".
Las medidas tomadas por los Miembros de la ONU "en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales", dice el máximo documento de las Naciones Unidas.
"En total, en el transcurso de apenas tres días el presidente de EEUU amenazó en cinco ocasiones, en términos provocativos y bruscos, con usar la fuerza contra uno de los miembros fundadores de la ONU", denunció el embajador iraní.
Asimismo, llamó a la comunidad internacional a exigir la retirada de las fuerzas de EEUU de la región de Oriente Medio.
En la madrugada de este miércoles fueron bombardeadas instalaciones militares usadas por EEUU en Irak, incluidas la base de Ain al Asad en la provincia de Al Anbar (oeste) y otra en Erbil (norte).
De momento no se informa de víctimas estadounidenses algunas.
Según los medios, los ataques iraníes comenzaron a las 1.20 locales, la misma hora del asesinato de Soleimaní el pasado viernes.
La tensión en Oriente Medio aumentó después de que Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds del CGRI, muriera en un ataque aéreo lanzado por Estados Unidos el 3 de enero cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, por orden del presidente Trump.
Junto con el jefe de la Fuerza Quds perdieron la vida varios altos cargos de la coalición paramilitar iraquí Unidades de Movilización Popular (Al Hashd al Shaabi), incluido el vicejefe la coalición, Abu Mahdi al Muhandis.
Washington considera que Soleimaní está implicado en los ataques contra las bases de la coalición en Irak y contra la embajada estadounidense en Bagdad.
Tras el ataque estadounidense, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, prometió represalias contra EEUU.
El presidente Trump, por su parte, amenazó con bombardear 52 blancos en territorio de Irán en caso de ataques contra ciudadanos o propiedades estadounidenses.
La comunidad internacional llamó a los dos países a la contención.