"España necesita un Gobierno con plenas funciones", dijo en rueda de prensa José Luís Ábalos, Ministro de Fomento y uno de los colaboradores más cercanos de Sánchez, que pidió al resto de formaciones políticas generosidad para romper el bloqueo institucional.
Tras cerrar esos acuerdos, la investidura de Sánchez cuenta con 166 votos favorables por 164 votos en contra, todo ello a falta de que dos diputados (uno del Bloque Nacionalista Gallego y otra de Coalición Canaria) decidan el sentido de su voto.
Esta misma tarde los gallegos se inclinaron por no votar en contra de la candidatura, por lo que su diputado se abstendrá o incluso votará a favor, haciendo inviable el rechazo a la investidura independientemente de lo que haga Coalición Canaria.
"BNG descarta el voto en contra", informó la televisión pública española citando a fuentes conocedoras de la negociación entre esta formación y el PSOE.
El PSOE fue el claro vencedor de las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, que como ya es habitual en España dejaron un Congreso de los Diputados (compuesto por un total de 350 escaños) sin mayorías claras.
Para ser investido en primera votación Sánchez necesita el voto favorable de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, situada en 176 diputados.
El líder socialista no dispone de tantos apoyos, pero la Constitución ofrece al candidato la posibilidad de ser investido si consigue el apoyo de una mayoría simple de la cámara en una segunda votación, 48 horas después de la primera.
Es decir, Sánchez será investido el si consigue más síes que noes, algo que tiene al alcance de su mano.
Sánchez ya tenía cerrados los 155 votos a favor procedentes de PSOE y UP, a los que se suman los votos favorables de formaciones progresistas como Más País (2), Compromís (1) o Nueva Canarias (1), además del apoyo del Partido Nacionalista Vasco (6).
Esto deja una cuenta de 166 votos favorables por 164 negativos.
Los elementos que desequilibran la balanza en favor de Sánchez son las abstenciones de formaciones independentistas de izquierda de Cataluña y el País Vasco.
Los independentistas vascos de EH Bildu (5 diputados) comunicaron este 3 de enero su intención de abstenerse en la sesión de investidura.
No obstante, la más relevante de las abstenciones es la que proviene de Esquerra Republicana de Cataluña (13 diputados), que no pondrá trabas a la investidura a cambio de que el próximo Gobierno español cree una mesa de diálogo para abordar el conflicto territorial junto representantes del Gobierno de Cataluña.
La sesión de investidura arrancará el 4 de enero a las 09.00 (hora local) en el Congreso de los Diputados.
Está previsto que en la primera jornada el candidato exponga su programa y que los portavoces del resto de partidos tomen la palabra para explicar su posición, algo que podría alargarse hasta la jornada del 5 de enero.
Una vez terminado el debate, el mismo 5 de enero, se procederá a la primera votación.
Tras el previsible fracaso de esa primera votación, se celebrará una segunda 48 horas después, el martes 7, fecha en la que, si no hay sorpresas de última hora, Sánchez recibirá la confianza del Congreso para instalarse en el Palacio de la Moncloa con plenos poderes tras casi un año en funciones.