"La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, comunicó a los representantes de los grupos parlamentarios su previsión de convocar el Pleno de investidura los días 4 y 5 de enero y, si se requiere segunda votación, el 7", informaron los servicios de prensa de la cámara.
Pese a esta comunicación con los grupos parlamentarios, la convocatoria formal de la sesión no se llevará a cabo hasta el día 2.
Para ser investido en esa primera votación el candidato socialista necesita recibir el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (176 escaños), un escenario altamente improbable.
Tras esa primera votación, Sánchez dispondrá de una segunda oportunidad 48 horas más tarde, el 7 de enero.
En esa segunda votación el candidato puede ser investido por mayoría simple si el número de síes y abstenciones superan al de votos negativos, un escenario plausible si finalmente el partido independentista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) se abstiene.
Algunos grupos minoritarios como el Bloque Nacionalista Gallego (1), Teruel Existe (1) o Coalición Canaria (2) todavía no decidieron su postura.
Por otro lado, votarán en contra las formaciones más situadas a la derecha del espectro ideológico —Partido Popular (89), Vox (52), Ciudadanos (10)— y distintos partidos catalanes como JxCAT (8) y la CUP (2).
Con esta relación de fuerzas, la llave para desbloquear la investidura recae sobre ERC, cuyos 13 diputados podrían inclinar la balanza para entregar una mayoría simple a Sánchez si se abstienen.
La formación catalán decidirá su posición el próximo 2 de enero en una consulta a sus bases.
Desde ERC consideran que el inicio de un diálogo entre los dirigentes de Cataluña y el Estado español "es una oportunidad para el independentismo" que "vale la pena intentar", aunque la última palabra sobre la investidura de Sánchez será decidida por las bases del partido.
Del mismo modo, la formación independentista EH Bildu (5 escaños) realizará en los próximos días una consulta para que sus bases decidan si se abstienen o rechazan la investidura.