Las exportaciones rusas de petróleo a través de los puertos de los Estados bálticos se reducen al mínimo, el transbordo de carbón está disminuyendo, el envío de antracita ha disminuido en un 20%.
Desde principios de año, Riga ha perdido el 8,7% de la carga. El puerto de Liepaja, especializado en carga sólida, ha perdido un 5,1%.
El diario ruso Izvestia destaca varias razones para la crisis portuaria de Letonia.
"Las características de la oferta y la demanda en el mercado mundial ejercen una influencia significativa. Por ejemplo, un tercio del volumen de carga en el puerto de Riga proviene del carbón, pero su consumo en Europa está disminuyendo. Sin embargo, la razón principal de la disminución es la política estatal de Rusia, que está tratando de dirigir los flujos de carga no hacia el extranjero, sino hacia sus propios puertos", subraya el corresponsal de Izvestia, Ígor Karmazin.
El director de la Administración Estatal de Ferrocarriles de Letonia, Juris Jesalnieks, hasta afirma que el Gobierno ruso ha acordado con los empresarios involucrados en el negocio de tránsito un acuerdo sobre un calendario específico para la retirada de sus mercancías de los puertos bálticos.
"Esta vez, el Gobierno ruso se tomó el tema muy en serio. Lo estamos viendo ahora. Ya este otoño", dijo Jesalnieks.
Debido a la caída en la rotación de carga, el Ministerio de Transporte de Letonia ordenó a la principal compañía ferroviaria letona Latvijas Dzelzceļs que revisara los costos, se están discutiendo despidos masivos.
Al mismo tiempo, los puertos bálticos rusos muestran un crecimiento constante. En los primeros 10 meses de 2019, la facturación de carga en el puerto de Vysotsk aumentó en un 15%. Esta ciudad cercana a la frontera con Finlandia obtuvo nuevas instalaciones portuarias en los años 1990 y en la actualidad cuenta con dos terminales, para carbón y petróleo, respectivamente. Se está construyendo la tercera terminal, para leña.
La misma situación se registra en Ust-Luga. Después de ser fundado en 2000, se convirtió en el puerto marítimo más grande del Báltico, incluso si tenemos en cuenta puertos de Finlandia, Letonia, Lituania y Estonia. Desde el inicio del año, la rotación de carga en Ust-Luga aumentó en un 10%. El mayor crecimiento lo muestra el transbordo de fertilizantes minerales, metales ferrosos y contenedores.
Порт Усть-Луга, крупнейший по грузообороту порт на всей Балтике- полностью закончен! #Россия pic.twitter.com/jyoLLPeO6F
— Элен Ермакова (@ermakovaTT) February 7, 2015
— FactoidBreaker (@Factoid_Breaker) January 24, 2018
Российский порт Усть-Луга, благодаря строительству новых терминалов и сортировочной станции, перехватывает инициативу у прибалтийских портов. Заявление об этом сделал губернатор Ленинградс https://t.co/RvT99gWPiW pic.twitter.com/mQkAmDECRj
Además, continúa la reorientación de las empresas rusas a los puertos rusos. Se está construyendo un complejo para el almacenamiento y el transbordo de fertilizantes minerales en Ust-Luga. Está previsto que para mediados de 2020, se creen instalaciones para cinco millones de toneladas de carga por año, y para 2022, el transbordo aumentará a 12 millones de toneladas por año. En Ust-Luga, también se planea crear parcelas de tierra artificiales que permitirán transportar hasta siete millones de toneladas de grano, dos millones de toneladas de alimentos.
Primorsk, el puerto báltico ruso más grande para el petróleo, tiene previsto abrir en 2022 un enorme terminal de recarga universal. Su rendimiento alcanzará 70 millones de toneladas por año, lo que representará el 20% de la facturación total de carga de los puertos rusos en el Báltico.
[home port] Порт Приморск (Морской торговый порт pic.twitter.com/TDleStAtAf
— Жарковский Дмитрий (@Zharkovskiji_D) July 9, 2015
El subdirector del Instituto de Historia y Política de la Universidad Pedagógica Estatal de Moscú, Vladímir Shapoválov, cree que será difícil para los países bálticos encontrar un reemplazo para Rusia.
"Rusia es la única gran economía de la región, el único país interesado en el desarrollo de rutas de transporte. Los países bálticos están dejando de ser países de tránsito. Las repúblicas sufrirán enormes pérdidas: se empobrecerán y habrá menos trabajo para la gente. La población de los países bálticos ya está disminuyendo rápidamente. Es probable que el ritmo de la migración aumente aún más", pronostica el experto ruso.