Una de las primeras consecuencias silenciadas de la desestabilización en que entró el Gobierno boliviano a partir de las elecciones del 20 de octubre de 2019 fue la cancelación del contrato que tenía con la empresa alemana ACI Systems para explotar el salar de Uyuni.
"Del otro lado de la frontera, en Jujuy, Argentina, China ya tiene instalado un inmenso parque solar hecho con tecnología china dispuesto para la explotación de las minas de litio del lado argentino", señaló Ugarteche en diálogo con Sputnik.
El "parque solar más grande de Latinoamérica" costó 390 millones de dólares y estuvo a cargo de la empresa china Shanghai Electric Power Construction. Fue financiado en un 85% por el Banco de Exportación e Importación de China y el 15% restante lo puso el gobierno local de Jujuy, Argentina.
"Los norteamericanos no tienen intereses económicos en Bolivia, sino geopolíticos: está en el corazón del continente y tiene fronteras con todos salvo Ecuador, Colombia, Venezuela y Uruguay", explicó. "Con el Gobierno de Evo se había perdido ese control y ahora, lo están recuperando", sostuvo la fuente.
El ignorado desarrollo boliviano
"El de Bolivia fue el único Gobierno que siguió políticas económicas no ortodoxas", dijo Ugarteche en entrevista. Así, logró un éxito económico sin precedentes que multiplicó por cuatro el producto bruto interno en el país y redujo la pobreza del 32 al 15% de la población del país. "Algo realmente notable", señaló el experto, "y de lo que ningún periódico de la Sociedad Interamericana de Prensa informó en 13 años".
El experto no duda que se busque la cancelación del acuerdo entre YLB y el consorcio chino y que próximamente el Fondo Monetario Internacional desembarque en el país andino "para poner la casa en orden, aunque la casa ya estuviese ordenada", explicó.
"Bolivia había logrado con la intervención estatal de la economía recuperar el control de las empresas exportadoras de gas [a Brasil y Argentina] recuperando el 51% de las acciones de la misma y luego les impuso unilateralmente nuevos precios de venta, mejorando sus ingresos exportadores", explicó el economista.
"Luego, aplicaron políticas de distribución a los sectores más pobres, con lo cual activaron la demanda de alimentos y con ella, el mercado campesino", sostuvo. "Al reactivar el mercado campesino que estaba muy deprimido, redujeron la pobreza extrema del país de manera drástica. Eso fue parte de una política", dijo Ugarteche.
"A diferencia del siglo XVI en que España vació el cerro rico de Potosí y se llevó lo extraído a Europa, el objeto de Bolivia ahora era transformar el litio en baterías y el agua de litio en aleaciones, pero en el país", explicó el experto.
"Eso convirtió a la economía boliviana en una economía de punta rápidamente, que se acompañó con un cambio en los programas escolares para dar una mejor formación técnica a sus muchachos, que a su vez, le valió una subida en las posiciones de las pruebas Pisa" (que miden el nivel educativo en el continente).
"La apuesta era sacar a Bolivia del atraso de un solo golpe y eso era muy interesante", dijo, "pero como telón de fondo aparece el racismo: que si un Gobierno como el de Evo Morales tuviese éxito en lo económico y que colocara a su país en el siglo XXI en la punta de un hemisferio subordinado a Washington fue algo que el Gobierno norteamericano no pudo soportar", concluyó.