En entrevista con Radio Sputnik el científico contó que inicialmente se graduó como ingeniero industrial, pero luego se dio cuenta de que le resulta "más interesante estudiar el cerebro que las máquinas".
Consultado sobre qué ventajas tiene el cerebro en comparación con la inteligencia artificial, resumió que el ser humano se desenvuelve mejor en situaciones de incertidumbre, al tiempo que las máquinas "son mejores en juegos con reglas muy bien definidas, con poca incertidumbre". En este último contexto, indicó que para los mejores jugadores de ajedrez es "prácticamente imposible" ganar a "las mejores máquinas de ajedrez".
Mario Martínez Saito no sólo se encuentra a gusto con las condiciones que cuenta para llevar adelante su labor científica, sino que también con el país en general. Visitó muchos lugares a lo largo y ancho de la nación euroasiática y se quedó "alucinado" por su "enorme riqueza lingüística y cultural".
La única queja articulada por nuestro interlocutor tiene que ver con las particularidades del clima local, donde los inviernos parecen interminables y se caracterizan por la escasez de luz natural durante gran parte de esa estación, algo que crea un ambiente "un poco deprimente".
"Hay que estar preparado psicológicamente para eso y saber que después las cosas mejoran mucho. Y es que Moscú es muy agradable en verano: hay una temperatura perfecta y es bastante soleado. Son 'dos ciudades' casi totalmente diferentes en invierno y verano", señaló.
Consultado sobre sus planes a futuro, Mario Martínez Saito manifestó que, una vez defendido el Doctorado, le gustaría continuar en Rusia su carrera de investigador científico.