Bonaerense se convierte en una estrella en una pequeña ciudad rusa
"Tengo ya 48 años y no me había casado nunca en mi vida, y terminé casándome al venir aquí a Rusia por primera vez en mi vida después de casi un año de conocer a la que hoy es mi mujer. Estoy absolutamente feliz de haber decidido venir acá", manifestó Federico Ferro en conversación con Radio Sputnik.
Pareciera que su llegada al gigante euroasiático era algo predestinado. Desde niño se sintió atraído por ese inmenso país gracias a los cuentos rusos que leía. Luego, al empezar a estudiar música se enamoró de sus compositores. Por fin, ya adulto, se dedicó a estudiar el idioma ruso, lo cual no hizo otra cosa que multiplicar su interés por esa nación.
Es así como en 2017 se trasladó, mediante una beca, de la capital argentina a la ciudad de Pskov, de unos 200.000 habitantes. Vino para "para estudiar a fondo Filología" y estaba preparado a llevar la vida de "un monje". Pero acabó siendo una estrella, resultando muy demandados sus talentos. En particular, toca piano en actos universitarios.
Pero lo más inesperado para Federico Ferro fue encontrar a su amor y casarse. Su mujer rusa es Lina y es estudiante de la misma carrera. Dice que su esposa es la mejor muestra de cómo son los rusos en realidad: abiertos y cálidos.
"Son muy expresivos los rusos, a punto tal que a veces me sorprende y yo los compararía –si tuviera que comparar– con los italianos en algunos casos", señaló.
Nuestro interlocutor se apegó tanto a Pskov que sueña con continuar viviendo allí y contribuir en lo que pueda a su desarrollo.
"Dado el interés que veo aquí por el idioma español, estoy pensado en armar una suerte de cátedra de Español aquí en la Universidad, que no la hay. En principio sería esto, y después también me interesaría poder armar algún proyecto de cooperación y de intercambio entre mi país, Argentina, o todos los países de habla hispana y Rusia, donde yo probablemente voy a vivir los próximos años", manifestó Federico Ferro.