Desde su adolescencia, al leer libros de autores rusos, se imaginaba estando en Rusia, aunque no sabía casi nada de este país. Ahora es su segundo año de Maestría en Astrofísica en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú.
Sin embargo, a pesar de que vivía en la capital de Bolivia, La Paz, eligió como su primer destino en Rusia una ciudad muy alejada de Moscú.
"Moscú a principio parecía como un choque muy grande, un cambio muy rotundo para mí. Entonces, decidí ir a una cuidad más pequeña para adaptarme poco a poco. Yo estudié ruso en Ufá, (la capital de la república rusa de Bashkortostán, a unos mil km al este de Moscú)", explica.
Puede ser, el cambio de espacio sí que no fuera tan rotundo, pero el de clima... Indira, nacida y crecida en Bolivia, uno de los países con el clima más duro en Sudamérica, consideraba a si misma acostumbrada al frío, pero no pudo imaginar que se enfrentara con el de 35 grados bajo cero.
Evidentemente los cambios en el ambiente también afectaron a sus costumbres alimentarias:
"Cuando yo estaba en Bolivia era vegetariana, cinco años. Y cuando llegué a Ufá, a los Urales, a unos 35 grados de frío, empecé a comer carne. También porque no encontraba tanta variedad de frutas, tampoco estaba tan familiarizada con las tiendas de productos saludables", comenta Indira.
Pero con el paso del tiempo no solo conoció la cocina rusa, sino que se enamoró de su variedad.
"Me encantaría aprender a cocinar borsch", confiesa la boliviana en referencia a la famosa sopa de remolacha.
Tras dos años de vida en Rusia el nivel del dominio de ruso de Indira no le crea problemas en los estudios ni en la vida cotidiana, salvo los casos cuando varias personas hablan a la vez y rápido.
"Entonces aparece la barrera de idioma", dice la joven y agrega que muy a menudo no se entera de qué se trata cuando sus amigos rusos emplean la jerga juvenil.
Entre otros de sus logros en Rusia Indira menciona deportes de invierno, como el snowboard o patinaje sobre hielo que empezó a practicar.
"A mí, siempre me ha gustado más el rock o el jazz, el blues, de este estilo. [...] Hay uno [grupo] que es como blues y como reggae, algo así, se llama '5'nizza'. También hay una canción que me encanta, se llama 'Sansara' (del rapero ruso Basta). De hecho le escuché en el autobús en Ufá y me pareció, como que estaba ganando algo para mi vida, como si alguien me había dado un regalo", comparte Indira sus impresiones de la música rusa.
Preguntada si podría comparar Moscú con alguna estrella, ha nombrado la más brillante de la constelación de Escorpio, también su signo zodiacal.
"Siempre he tenido el amor por esta constelación, Escorpio. Y Antrares es el corazón de Escorpio. Entonces podría comparar Moscú con Antares porque es el corazón de Rusia", explica la futura astrofísica boliviana.