"Se está restableciendo la normalidad en casi todo el país, mientras se aplica un plan reforzado de seguridad para evitar acciones de vandalismo y otros actos violentos", dijo a reporteros el comandante general de la Policía, general Yuri Calderón.
Añadió que la Policía procuraba que, de forma voluntaria, los vecinos de algunos barrios de La Paz, que aún mantenían barricadas de protección, las levanten "a la brevedad posible".
Morales, exdirigente aymara de los sindicatos cocaleros, dimitió el 10 de noviembre en medio de violentas protestas y tras la petición expresa por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas luego de un informe de la Organización de los Estados Americanos que muestra irregularidades en la elección del 20 de octubre.
El 12 de noviembre, el expresidente boliviano llegó a México como asilado tras sortear amenazas a su vida.
Áñez asumió la Presidencia interina sin voto parlamentario, pero avalada por el Tribunal Constitucional y respaldada abiertamente por los obispos de la iglesia católica que la acompañaron en las tensas negociaciones políticas que terminaron convirtiéndola en gobernante encargada de llamar a elecciones en un plazo de 90 días.
Millares de campesinos altiplánicos concentrados en El Alto se disponían a marchar más tarde este 13 de noviembre hacia el centro de La Paz para rechazar a Áñez y exigir "respeto" a la bandera indígena wiphala, que consideran agraviada por los movimientos cívicos que derrocaron a Morales, reportó la radio alteña Integración.
En Chapare se mantenía el "estado de emergencia" de los poderosos sindicatos de productores de coca, cuyo principal dirigente es Morales, con bloqueos instalados desde el fin de semana, en rechazo al golpe cívico-político.
Las actividades en La Paz se vieron facilitadas por el retorno parcial de buses y microbuses de transporte público y la reanudación de operaciones del teleférico que sirve también en El Alto, luego de dos días de paralización por razones de seguridad.