"No apoyamos la renuncia de Hariri. El primer ministro tomó esa decisión por varias causas que no queremos discutir… Si el proceso de formación [del nuevo Gobierno] se dilata surgirá el vacío del que ya habíamos advertido. Significa que no habrá Gobierno para aprobar las leyes y enmiendas y resolver los problemas económicos. Perderán sentido y serán vanos todos los objetivos con que la gente salió a las calles" dijo Nasralá en declaraciones a la televisión Al Manar.
La renuncia de Hariri ha dejado al Líbano sin ejecutivo, cuando se enfrenta a la peor crisis económica desde la guerra civil (1975-1990). Hizbulá, un grupo fuertemente armado, respaldado por Irán, se había opuesto a la renuncia del ejecutivo del que formaba parte.
"Se debe formar un nuevo gobierno lo antes posible (...) y debe escuchar las demandas de las personas que salieron a las calles", afirmó Nasralá en un discurso televisado.
"Debe haber un trabajo serio porque el tiempo es escaso y también la paciencia de la gente", subrayó, y agregó que el objetivo del gobierno debe ser restaurar la confianza de los ciudadanos en las instituciones.
Más tarde, el presidente de Líbano, Michel Aoun, afirmó que intenta transformar el país y pasar de un sistema confesional, donde el poder se divide entre sectas, a un Estado civil, en medio de multitudinarias protestas contra la clase política y la penosa situación económica del Líbano que han llevado a la dimisión del gobierno.
Los comentarios de Aoun podrían allanar el camino a un compromiso sobre un nuevo gobierno necesario para promulgar reformas urgentes consideradas vitales para sacar al Líbano de una profunda crisis económica.
En un discurso televisado que marcó el tercer aniversario de su mandato, Aoun dijo que haría todo lo posible para transformar al Líbano de una estructura estatal orientada a la división sectaria a una estructura civil moderna encabezada por un ejecutivo de tecnócratas.
"Los ministros deben ser elegidos de acuerdo a sus competencias y experiencia, no según las lealtades políticas", señaló Aoun.
"El Líbano se encuentra en una coyuntura crítica, especialmente en términos de economía", subrayó el presidente.
Las protestas en todo el país contra el Gobierno y la situación económica estallaron el 17 de octubre tras el anuncio de las autoridades de que se establecería un impuesto sobre las llamadas por redes sociales y mensajerías como WhatsApp.
El 21 de octubre Hariri anunció un paquete de reformas económicas para paliar la situación, pero eso no puso fin a las manifestaciones.