"Argentina va a tener varios obstáculos en 2020, pero quizás el más importante sea el del endeudamiento, porque la situación está muy comprometida y, al no tener acceso a los mercados voluntarios de crédito, va a tener dificultad para hacer frente a los vencimientos del año que viene", explicó a Sputnik el economista Germán Muiño, del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA).
La agenda de pagos de Argentina se prolonga hasta junio de 2117 y al 30 de septiembre del presente año ascendía a 308.732 millones de dólares, de los cuales deberá pagar cerca de 33.000 millones durante 2020, y montos mayores en los años siguientes.
Para el economista Arnaldo Bocco, las posibilidades de Argentina van a depender de dos cosas: "la diferencia electoral que haga el partido que triunfe, porque si lo hace holgadamente tendrá más libertad en materia política que con un triunfo ajustado y, en segundo lugar, como resuelve la conformación del proceso de renegociación con el FMI".
Los equipos económicos de los candidatos ya mantuvieron reuniones con emisarios del FMI; incluso el organismo que dirige Kristalina Georgieva remarcó el interés en respaldar a Argentina tras reunirse el pasado 18 de octubre con el ministro de Hacienda de ese país, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris.
"Si la reestructuración la hacen con plazos de espera para el pago de servicios eso le va a permitir al país crecer y ese crecimiento va a permitir pagar", advirtió Muiño.
Pero "un problema que aparece para esa posible reestructuración es que el endeudamiento se modificó en la última gestión de Cambiemos, teniendo una mayor carga de compromisos en moneda extranjera, algo grave porque cada devaluación empeora la capacidad de repago", agregó.
Muiño entiende que para salir del estancamiento, Argentina "necesita reestructurar su deuda para que deje de condicionar cualquier posibilidad de crecimiento y desarrollo y a partir de ahí definir un perfil exportador, agregarle valor a sus productos, [lo] que de todos modos será a largo plazo, y, a su vez, necesita volver a dinamizar su mercado interno que le va a permitir tener un crecimiento mucho más rápido porque el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) argentino se explica por el consumo".
Si bien las elecciones definitivas son en octubre y el oficialismo asegura seguir en carrera, lo único que queda claro es que habrá una reestructuración de la deuda, gane quien gane y continúe el modelo que prevalezca 👇 https://t.co/l4aMSOzM5n
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 16, 2019
Bocco, exdirector del Banco Central e integrante del equipo económico del candidato Fernández, entiende que, de ganar el kirchnerismo, "va a armar una política rápida de decisiones de varios temas como reactivación, aumento de ingresos, mejora de pensiones y jubilaciones, descongelamiento de la oferta crediticia y algunas reformas de muy corto plazo que vuelvan a reactivar el crédito, todas medidas coyunturales que apuntan a establecer un momento distinto".
Esa será la principal fuente de ingreso genuino de dólares a corto plazo, a no ser que se lograra el retorno de activos particulares y de las empresas argentinas fuera del país que.
Esos recursos ascendían a la suma récord de 304.597 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, y pueden estar o no declarados.
Se trata de más de la mitad del PIB y casi el total de la deuda, que en la actualidad financia la producción de otros países por falta de confianza en el sistema local.