En una economía estresada como la Argentina, donde la falta de competitividad, el déficit fiscal y el descrédito internacional evitan la generación de dólares genuinos, la llamada fuga de capitales provoca que sea más difícil dar vuelta la página. La materia prima del mercado es drenada hacia otros países y la plaza local se empobrece.
"Es cuando los dólares se van del sistema financiero bancario, ya sea porque se van al exterior, se coloca en cajas de seguridad o 'debajo del colchón', o también cuando el Gobierno paga deuda", dijo a Sputnik el economista argentino Nicolás Litvinoff, director del sitio de educación financiera Estudinero.net.
Litvinoff aclaró que las consecuencias de esto son graves porque el país necesita dólares para funcionar, para que las empresas puedan importar capital de trabajo, para saldar obligaciones con acreedores, para reactivar la economía local a través de inversiones privadas y estatales, que generan trabajo, consumo y crecimiento.
La formación de activos externos (FAE) por parte del sector privado no financiero acumula una suma cercana a los 80.000 millones de dólares durante la gestión de Mauricio Macri y tuvo su pico en agosto de 2019, cuando se escaparon 6.000 millones de dólares netos (diferencia entre los que salieron y los que entraron). Pero hay varias formas en las que se van los dólares.
¿Cómo se fugan las divisas? Cinco ejemplos
- Deuda externa
Existen muchas razones y formas a través de las cuales un país se endeuda con entidades privadas, organismos multinacionales o con otras naciones: títulos públicos (bonos, letras y obligaciones), préstamos para proyectos de infraestructura y desarrollo social, paliativos para una crisis ante falta de liquidez. La fuga se produce, como ante cualquier instancia de crédito, no con la devolución del capital otorgado originalmente sino por sus intereses, que multiplican la deuda y puede transformarse en un efecto bola de nieve: se toma deuda para pagar deuda. Hoy ya sin acceso al crédito, Argentina debe cumplir vencimientos por 25.000 millones de dólares en 2020. - Remisión de utilidades
Cuando las empresas internacionales instaladas en el país deciden no reinvertir sus ganancias en el mercado local sino que deciden girar ese dinero, previo cambio de pesos a dólares, a sus casas matrices, ese capital se fuga. En momentos de mayor inestabilidad, este fenómeno se intensifica, además de que llega menos inversión extranjera. Las empresa argentinas que tienen filiales y producen ganancias en otros países también remiten utilidades al país, así como ocurre cuando se exportan bienes o servicios. Sin embargo, cuando se desconfía de la situación política local, muchas compañías locales evitan ingresar las divisas y prefieren colocarla en el sistema financiero extranjero, por lo que si el capital inicial salió desde la argentina pero no regresa, también hay fuga. - Contado con "liqui"
Es una operación bursátil muy común, que permite a un inversor o compañía local cambiar pesos argentinos por dólares que se depositan en bancos del exterior a través de la compra-venta de acciones de empresas o de títulos de deuda argentinos pero que cotizan también en el mercado de valores extranjero. Se trata de una operatoria que fue usada con mucha frecuencia entre 2011 y 2015 para sortear el estricto control cambiario que estableció la administración anterior, y hoy sigue siendo una de las causas de la fuga de divisas. - Atesoramiento por fuera del sistema
Los fantasmas del "corralito" que generó la crisis de 2001, cuando se restringió el acceso a los depósitos bancarios, o del "cepo" al dólar impuesto por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en 2011, en el que el Estado pasó a intervenir por completo el mercado de cambios, viven en la mente del ahorrista. Cuando las personas o empresas compran dólares o retiran sus dólares ahorrados para guardarlos en cajas de seguridad o en sus casas, este dinero deja de estar en manos de los entidades bancarias y del mercado financiero. Desde las elecciones primarias, los depósitos en dólares cayeron 12.000 millones de dólares, es decir, 35%. El nuevo "cepo" inaugurado por la gestión de Macri aplica para compras de divisas superiores a 10.000 dólares por mes. - Turismo y compras al exterior
Los gastos que realizan los residentes de Argentina cuando se van del país por vacaciones o a través de la adquisición de mercadería a través de plataformas virtuales a empresas extranjeras son divisas que quedan allá. Ya sea que los clientes compren dólares para llevarse el efectivo cuando viajan o que pasen la tarjeta de crédito, ese capital se va del país, con o sin intermediarios.