El reconocimiento "ilumina la lucha de las madres que buscan a más de 40.000 desaparecidos", afirmó.
"Reconocemos en ella a una de las personas que han traído luz a los caminos más oscuros de México", dijo la también madre de un desaparecido.
La llamada "Guerra Sucia" de los años 70 y 80, y la guerra contra el narcotráfico desencadenada desde 2006 a 2018, "son situaciones diferentes, aquella fue una época en que las acciones violatorias del Estado contra la juventud fueron producto de la ideología, cuando de una manera nefasta intentaron aplacar el intento de protesta", aseguró la madre.
El @senadomexicano entrega hoy la Medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra.
— CONAVIM_MX (@CONAVIM_MX) October 23, 2019
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El Senado entrega este 23 de octubre el máximo reconocimiento que otorga el Congreso a Doña Rosario, como se le conoce a la luchadora de 92 años, fundadora en 1977 del "Comité ¡Eureka!" de madres de desaparecidos y presos políticos, y candidata en cuatro ocasiones al Premio Nobel de la Paz (1986, 1987, 1989 y 2006).
Díaz Genao fundó el colectivo de madres de desaparecidos en su estado, Veracruz (este) después de que su hijo, Luis Guillermo Lagunes Díaz, fuera secuestrado en 2013 y aunque la familia pagó un cuantioso rescate, el joven nunca apareció.
"Hoy día sufrimos otras situaciones de extorsiones con fines lucrativos, con complicidad de agentes del Estado, y cada caso es igual de doloroso", expresó Díaz Genao, primera mexicana seleccionada por la iniciativa Shelter City para un programa para defensores de derechos humanos en La Haya.
Unas 80 madres de desaparecidos en Veracruz realizaron excavaciones con sus propias manos hasta hallar 156 fosas clandestinas en un predio, rodeado de zonas portuarias federales, donde encontraron 298 cráneos, cuerpos decapitados y más de 22.500 fragmentos óseos, pero hasta ahora solo 22 cuerpos han sido identificados.
La corrupción del Estado
"Lo que causó la tragedia fue la sumisión, la negligencia y la corrupción del Estado", prosigue Díaz Genao.
La medalla fue establecida hace 66 años para premiar a quienes "se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de la Patria o de la Humanidad".
"Es una lástima que tengan venir estos reconocimientos a enfocarse en el dolor, luchamos para que ninguna madre tenga que padecer esto, porque ninguna madre prefiere más la Medalla 'Belisario Domínguez' que a sus hijos", expresó la heredera de la lucha por los desaparecidos.
La fundadora de colectivo de madres de Veracruz, que recibió el Premio 2018 de la Universidad de Notre Dame (EEUU) y mención honorífica del Premio Nacional de Derechos Humanos 2017, puntualiza que estas luchas las comenzaron mujeres en una época en "casi nadie prestaba atención a sus luchas, aunque llegue tarde el reconocimiento es más que merecido, yo lo celebro mucho".
También consideró "muy meritorio que, en una época tan oscura que padeció este país, ellas hayan construido un camino que nosotras encontramos un poco marcado, por otras madres que han buscado sin parar a sus hijos".
"Vemos que por fin se está abriendo una ventana al tema, es una exposición que hace visible la tragedia, que abona a que no se quede en el oscurantismo en el que estaba", añade la madre veracruzana.
Díaz Genao considera que los gobiernos anteriores se negaban a reconocer la realidad de los desaparecidos y la tortura.
"Las autoridades mentían y gastaban enormes cantidades de dinero para ocultar la verdad, dentro y fuera del país, para justificarse", asegura.
López Obrador dijo este 23 de octubre que Doña Rosario, quien "está enfermita", y no podrá acudir al homenaje, "es un símbolo de lucha por los desaparecidos, por los que fueron reprimidos en los tiempos del Estado autoritario".
Rosario Piedra, hija de la homenajeada, declaró a periodistas que "una medalla no cierra el ciclo de injusticia".