"El Senado de la República decidió otorgar la Medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra, activista mexicana a favor de los derechos humanos, en contra de la tortura y la desaparición forzada", dijo tras la votación unánime la comisión que entrega el reconocimiento, al final de su sesión anual.
📌 Por unanimidad, con 95 a favor se aprueba un dictamen con punto de acuerdo por el que se confiere la Medalla Belisario Domínguez 2019 a María del Rosario Ibarra de Piedra. pic.twitter.com/hpAVw8WBtl
— Senado de México (@senadomexicano) October 8, 2019
La medalla fue establecida hace 66 años para "premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad".
El hijo de la activista social, Jesús Piedra Ibarra, fue acusado de pertenecer a la guerrilla de la Liga Comunista 23 de Septiembre, y fue desaparecido en abril de 1975, después de ser detenido en la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León (norte), por las autoridades que lo acusaron del asesinato de un agente policial.
Dos años después, en abril de 1977, Ibarra fundó el primer Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de este país, mejor conocido como el "Comité ¡Eureka!", que aglutinó a las madres de los desaparecidos durante la llamada "guerra sucia" de los años 1960 y 1970, y prolongó su lucha a otras causas de graves violaciones a las garantías individuales en años posteriores.
Los legisladores votaron por reconocer a la mujer que "dedicó su vida a luchar y dar voz a los que no la tienen y a que se reconozcan los derechos humanos".
Un vida por los derechos humanos
Ibarra de Piedra es hija de un ingeniero agrónomo y militar que combatió durante la Revolución Mexicana de principios del siglo XX, y es viuda de un integrante del desparecido Partido Comunista Mexicano (PCM) fundado en 1919.
La incansable luchadora llevó a todos los foros nacionales e internacionales la exigencia al Estado mexicano para que "presente con vida" a los militantes de movimientos políticos armados y sociales, secuestrados y desaparecidos durante la llamada "guerra sucia" mexicana, que suman varios centenares, más de 700, dependiendo de la fuente.
En los años 1970, Doña Rosario encabezó las primeras huelgas de hambre para pedir amnistía a los presos políticos.
En 2006, llegó al Senado como legisladora, donde representó a familias de mujeres asesinadas y desaparecidas por el crimen organizado en la fronteriza Ciudad Juárez.
Ibarra también denunció en la tribuna legislativa las masacres de indígenas en los empobrecidos estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero desde los años 1994 a la fecha.
El presidente Andrés Manuel López Obrador le rindió homenaje al cerrar su campaña electoral de 2018 y dijo que votaría por Doña Rosario.