"La vía de la solución de problemas regionales se encuentra dentro de propia región, mientras que la retirada de las fuerzas estadounidenses de la zona ayudará a restablecer la tranquilidad y la seguridad", dice el comunicado de Musaví.
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el norte de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y establecer una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
La ofensiva apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG) que controlan el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.
Hizo estas declaraciones al día siguiente de que los presidentes ruso y turco, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, firmaran un memorando para enviar a unidades de la policía militar rusa y soldados sirios a la frontera turco-siria a partir del 23 de octubre con fin de facilitar el traslado de las facciones kurdas a unos 30 kilómetros de la línea fronteriza.
Antes del acuerdo ruso-turco, el 17 de octubre Ankara acordó con Washington un cese del fuego en Siria por 120 horas para que los kurdosirios retiren sus fuerzas a unos 30 kilómetros de la frontera turca.
El día de la expiración de este plazo, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, declaró que los kurdos se retiraron de la zona de seguridad controlada por Turquía en Siria.