El cofundador de WikiLeaks continúa recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres, donde ingresó en abril de 2019, tras ser arrestado por agentes de policía británicos en la embajada de Ecuador en Londres.
"Es injusto y violatorio de sus derechos humanos, no solo porque no está cumpliendo ninguna condena, sino también porque no goza de condiciones mínimas para preparar su defensa en un caso que definirá su destino", declaró a Sputnik Fidel Narváez, ex cónsul de Ecuador en la capital británica.
También el periodista australiano, John Pilger, ha denunciado el precario estado de su paisano, a quien visitó la semana pasada en Belmarsh.
"Le han negado las herramientas para preparar su defensa contra la extradición a América, su resiliencia perdura", escribió en su cuenta de Twitter.
Narváez ejercía su cargo en Londres cuando Assange se refugió en la legación ecuatoriana en 2012 y obtuvo el estatus de exiliado y refugiado diplomático.
El exdiplomático recuerda que Emma Arbuthnot, jefa de los magistrados de Inglaterra y Gales, rechazó el pasado junio conceder a Assange la libertad provisional "sin que ni siquiera nadie se lo pidiera".
"Eso es evidencia del trato injusto por parte del sistema de justicia británico", denunció Narváez.
Por su parte, el Gobierno conservador británico rechazó el criticó informe del relator especial de la ONU en tortura y otros tratos inhumanos y degradantes, Nils Melzer, en una carta publicada este mes.
"El Gobierno rechaza cualquier alegación de que Julian Assange ha estado sujeto a alguna forma de tortura como resultado de las acciones del Gobierno del Reino Unido", rebatió el embajador británico en las instituciones internacionales de Ginebra, Julian Braithwaite.
Braithwaite agregó en su misiva que "Reino Unido no acepta que el señor Assange estuviera jamás detenido arbitrariamente".
La última audiencia preparatoria de la demanda estadounidense la presidió el también alto magistrado, Tam Ikram, quien ordenó la comparecencia personal del acusado en el juzgado de Westminster este lunes 21.
Será la primera vez que Assange se persona ante el juez de este tribunal londinense de primera instancia en relación con el sumario de extradición a EEUU.
Ha seguido las vistas anteriores por conexión audiovisual desde la cárcel de Belmarsh.
"Julian es un prisionero político, no está cumpliendo ninguna sentencia ni tiene ninguna deuda con la Justicia británica", protestó el ex cónsul ecuatoriano.
El Comité en Defensa de Julian Assange (JADC, por sus siglas en inglés) ha convocado una protesta internacional –con la anticipada presencia de activistas francesas de los "chalecos amarillos", entre otros– ante las puertas del juzgado de Londres.
La Justicia estadounidense reclama al exdirector de WikiLeaks para juzgarle por 18 delitos de conspiración para acceder a sistemas informáticos gubernamentales y difusión de información confidencial en violación de la ley de Espionaje.
El juicio de extradición está previsto de comenzar la última semana de febrero de 2020 en la misma Corte de Westminster.
Ambas partes podrán apelar la decisión favorable o contraria a la entrega a EEUU del profesional australiano que dicte el Juzgado de Westminster.