"Vemos que la invasión turca cambió la situación, los kurdos fueron abandonados a su suerte por sus protectores de EEUU, en estas condiciones o serán aniquilados o tendrán que negociar con el Gobierno de [presidente sirio] Bashar Asad", dijo Korótchenko, el redactor jefe de la revista rusa Defensa Nacional y director del Centro de Análisis de Comercio Mundial de Armas.
Una fuente militar sobre el terreno informó este 16 de octubre que el Ejército sirio entró por primera vez desde 2015 en la ciudad de Al Raqa e instaló varios puestos de observación en la ciudad.
En octubre de 2017 las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), con el apoyo de la coalición internacional antiterrorista, liderada por Estados Unidos, tomaron el control de Al Raqa que desde 2014 estaba en manos de ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
El 9 de octubre, Ankara empezó la operación militar Fuente de Paz en el norte de Siria para expulsar a las milicias kurdas de la frontera sirio-turca.
La Casa Blanca anunció que Estados Unidos no tomará parte en la operación militar de Turquía y procedió a retirar sus fuerzas de la zona de hostilidades.
El presidente de EEUU, Donald Trump, se negó a seguir apoyando a los kurdos en Siria.