La noche del 13 al 14 de septiembre un ataque con drones provocó incendios en dos refinerías de la compañía petrolera Saudi Aramco. Los incendios dañaron la refinería de petróleo Abqaiq, así como una instalación de procesamiento cerca del campo de Khurais, ubicado a 160 kilómetros al este de Riad. La empresa saudí reconoció que los ataques contra sus refinerías redujeron su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles, casi a la mitad.
Basándose en esta dinámica, puso en duda los supuestos beneficios para las petroleras latinoamericanas y calificó la situación como un evento coyuntural.
Destacó que un déficit de oferta de un plazo corto y mediano "sería cubierto por la sobrecapacidad existente en países como Rusia, Irak, Kuwait y Estados Unidos".
Según el analista, los principales jugadores de la región no lograrán capitalizar la crisis petrolera porque se trata de una crisis con efectos de corto o mediano plazo.
"Ninguna de las empresas tiene la capacidad de reacción para incrementar su producción de una semana a la otra", señaló.
Los proyectos de desarrollo de las petroleras latinoamericanas son de largo plazo y de cortas expectativas en cuanto a volumen, dado el rango de costos en el cual se ubica su producción y que los hace dependientes del posible establecimiento de un nivel sostenido de precios mayores a los actuales, afirmó.
El futuro petrolero de América Latina
El futuro de América Latina definitivamente no está conectado con el petróleo, declaró Mendoza Pottellá.
"Ni siquiera Venezuela, siendo el noveno país con mayores reservas [recuperables], puede plantearse eso", agregó.
Según él, el petróleo venezolano ya no es generador del beneficio superior al producido por cualquier otra actividad económica.
Asimismo, Mendoza Pottellá señaló el creciente agotamiento e incremento de los costos de las reservas reales y el carácter extrapesado de sus recursos remanentes, que "los hace no explotables a los precios vigentes en el mediano y largo plazo previsible hoy".
"México confronta el paulatino agotamiento de sus reservas tradicionales y finca su futura expansión en los yacimientos del Golfo todavía no desarrollados", añadió.
En general, los países petroleros latinoamericanos no tienen capacidad de respuesta inmediata a las crisis pasajeras, lo que queda demostrado con la crisis causada por los ataques en Arabia Saudí.
"Los desarrollos científico-técnicos y el abandono de actividades generadoras de gases de efecto invernadero le ponen límites temporales al uso masivo de hidrocarburos y nuestros países no pueden esperar a que 'el destino nos alcance', soñando con riquezas fáciles cada día más difíciles", concluyó el experto.