"El punto más crítico es que no se tiene [en el EIA] una línea de base concreta y clara de lo que ocurre en los ríos, en los ríos amazónicos hay entre 800 a 1.000 especies reportadas sobre las que no se conoce a cabalidad sus comportamientos, pero sabemos que muchas se nutren de los fondos que se van a alterar con el dragado de la hidrovía", afirmó Naccarato, antropóloga de formación.
La Hidrovía Amazónica es un proyecto que fue concesionado por el Estado al consorcio peruano-chino Cohidro en 2017, el mismo que se ha encargado de elaborar el EIA correspondiente.
Este estudio se encuentra actualmente en proceso de evaluación de parte del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), oficina adscrita al Ministerio del Ambiente.
La hidrovía se prevé ejecutar en cuatro ríos del departamento de Loreto (nororiente), incluyendo el propio río Amazonas.
El proyecto comprende la remoción de tierra de los fondos fluviales (dragado) a fin de facilitar la navegación de embarcaciones de gran tamaño en cualquier época del año.
Naccarato advierte que este dragado representa un peligro no solo para los peces que habitan las aguas sobre los cuales el EIA no ha hecho un estudio preciso, sino sobre sus larvas.
"Hay especies que se nutren de los fondos, de los sedimentos, pero también está la problemática de las larvas, tenemos que ver cómo las va a afectar la problemática del dragado", indicó la especialista.
Asimismo, agregó que una de las deficiencias del EIA es su generalidad y falta de especificidad sobre las consecuencias de la construcción de la hidrovía.
"El EIA no ha realizado una evaluación clara y precisa sobre el impacto en las especies, se habla de generalidades, pero no se llega a ubicar cuál podría ser el impacto", agregó.
El proyecto de la hidrovía establece actualmente el dragado en 13 "malos pasos", que son puntos en los que se va a tener que realizar la remoción de los fondos fluviales.
Según explica Naccarato, estos "malos pasos" están establecidos en un estudio de factibilidad que data de al menos 10 años de antigüedad, pero que "ha sido la base para hacer el contrato de concesión", algo que representa una dificultad en caso de que haya que dragar más áreas de los ríos.
"Lo grave es que este estudio de factibilidad está dentro de un contrato, porque si no fuera así se podría corregir con el EIA actual (...) El Ministerio de Transportes y Comunicaciones ya advirtió que los pasos serían 19, al menos por ahora, y esto significa que con los 13 "malos pasos" se estaría cumpliendo con el contrato, pero va a quedar un vacío para los nuevos "malos pasos" que puedan surgir", afirmó la representante de WCS.
Por otro lado, Naccarato asegura que en Perú nunca se ha realizado un proyecto de la naturaleza de la hidrovía, por lo que "existe falta de referentes normativos" que puedan guiar la ejecución de la obra.
La representante de la WCS afirma que su organización se ha ocupado especialmente del impacto sobre los recursos ictiológicos, lo que incluye también las repercusiones en la vida de los pueblos que habitan en la cuenca de los ríos y para quienes los peces no son solo sustento alimenticio sino una de las principales actividades económicas.
Está previsto que el EIA sea entregado por el Senace aproximadamente en noviembre, por lo que habría que esperar las observaciones que haga y que la WCS espera contemple las consecuencias precisas de la obra sobre las especies.