"A partir de las elecciones primarias del 11 de agosto la situación de laboratorios de análisis clínicos se vio comprometida aún más con la devaluación de la moneda y la fuerte suba del dólar", explicó a esta agencia la representante de la institución.
Desde entonces se depreció la moneda 23,3%, lo que impacta de lleno en un sector que tiene 90% de sus insumos importados al estar asociados al valor dólar, contextualizó Arias.
A ello se suma la pérdida de poder adquisitivo, debido a que los ingresos del sector están desactualizados producto de una inflación que en julio llegó a 54,4% interanual.
Las prestaciones que cobran los laboratorios "fueron facturadas a un arancel pactado con el financiador en el que el dólar equivalía a 38 pesos, y tres meses después nos encontramos que el dólar promedio está en los 60 pesos, de modo que no cubrimos ni los costos", explicó la presidenta de Cubras.
"Nosotros ya tenemos una caída en lo que percibimos por las prácticas bioquímicas, más un retraso de los pagos y una suba de las tasas", añadió.
Reclamo al Gobierno
La Confederación, que representa a 7.000 profesionales de 4.500 laboratorios, reclama al Poder Ejecutivo que elimine el impuesto de valor agregado (IVA) de todos los insumos que necesitan los establecimientos para su funcionamiento, como instrumentos, reactivos, aparatos, equipos, o bienes descartables.
Son precisamente los establecimientos más pequeños "los que se van a ver más perjudicados con riesgo de cerrar sus puertas porque no tienen cómo sostenerse", afirmó la presidenta de Cubra.
La Confederación tiene un diálogo directo con el Estado a través de PAMI y de la Superintendencia de Servicios de Salud (que regula la cobertura de los planes de medicina privada), quienes reciben a los representantes de la organización, pero sin de momento aportar soluciones.
En 2017 hubo además un cambio en las modalidades de pago.
En el sur del país los laboratorios cobran todavía a través de prestaciones, según la cantidad de análisis que realicen por cada paciente.
En el resto de Argentina predomina un sistema "capitado", por el que el PAMI paga a cada institución un monto fijo por afiliado, al margen de los análisis que deban realizarse.
El Gobierno que preside Mauricio Macri atraviesa una de las coyunturas económicas más difíciles desde que accedió al poder en diciembre de 2015, con una inestabilidad generada desde los mercados que compromete la solvencia financiera del país sudamericano.