"Las calificadoras vienen atrás de los acontecimientos, que dejan claro que hay un problema de deuda", señaló el experto.
Por su parte, la calificadora de riesgo Fitch bajó el 30 de agosto la nota de la deuda soberana de "CCC" a un cese de pagos técnico.
En contrapartida, la agencia Standard and Poor's elevó la calificación de la deuda a largo plazo a "CCC-" después de recortarla en la víspera a "default selectivo".
"Es difícil de entender, llama la atención qué criterios habrán seguido para que se den dos bajas y una subida", observó el economista.
En todo caso, estos vaivenes en la calificación de la deuda argentina muestran que las medidas políticas se trasladan a la economía, sostuvo.
Argentina atraviesa una delicada situación financiera agravada desde que el Gobierno anunciara que extenderá los plazos de vencimiento de la deuda.
"Ningún Gobierno hace eso porque sea gracioso, sino porque no tiene alternativa", sostuvo De Pablo.
Limbo político
Según el economista, hubo "un cambio de panorama" tras las elecciones primarias del pasado 11 de agosto en las que el oficialismo fue derrotado por más de 16 puntos por el binomio presidencial que encabezan el peronista opositor Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)
"Estamos en un limbo político donde tenemos autoridades formales que hacen lo que pueden, y autoridades reales que son las que pensamos van a llegar", señaló el economista.
A raíz de esta situación se "genera una tensión objetiva, y lo que estamos viviendo es producto de eso", concluyó.
Los mercados reaccionaron con desconfianza esta semana a la decisión del Gobierno argentino de diferir el pago del crédito que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), extender los vencimientos de la deuda de corto plazo, postergar los plazos de los títulos bajo jurisdicción extranjera e impulsar una ley para prolongar los bonos bajo ley nacional.
El Banco Central restringió el 30 de agosto el giro de utilidades al exterior al exigir una autorización a las entidades bancarias que quieran sacar capitales del país.
La autoridad monetaria se desprendió de 1.943 millones de dólares de sus reservas por pagos de deuda, salida de capitales y ventas para contener el tipo de cambio.
El riesgo país se disparó durante la jornada y superó los 2.500 puntos, un récord que no se alcanzaba desde junio de 2005.
El Gobierno de Mauricio Macri atraviesa una de las coyunturas políticas más difíciles desde que comenzó su gestión hace tres años y medio ante la inestabilidad económica que pone en duda la solvencia financiera de este país sudamericano.
Macri lidia con una baja credibilidad desde que obtuvo una dura derrota en las elecciones primarias frente a Fernández, que aspira a ganar los comicios generales del próximo 27 de octubre.