Luego de una semana al rojo vivo para la economía argentina, Macri no esperó al lunes y el domingo 1 de septiembre firmó un decreto para reinstalar como último recurso la medida más resistida, tan vinculada a los últimos años de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015): el "cepo" cambiario.
La medida se suma al duro golpe recibido por las empresas locales por el inédito default selectivo de letras y bonos en pesos, en el que se vieron perjudicados los fondos comunes de inversión. La nueva restricción pone más palos en la rueda al sector dedicado al desarrollo productivo nacional, actualmente paralizado, endeudado y con gastos fiscales y corrientes exorbitantes.
"Para las empresas que tienen que asumir compromisos de importación de insumos o pagar cuotas por bienes de capital, esa compra de dólares para reserva permitía tener algún tipo de certidumbre relativa para el momento de tener que hacer algún pago", explicó a Sputnik Pedro Cascales, empresario industrial y vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
"En la medida que eso no se permite hacer, evidentemente le genera a la pyme una restricción que, al momento de afrontar esos vencimientos, va a significar una dificultad para poder cubrirse", dijo Cascales.
Para el líder empresario, por otro lado, la obligación de liquidar las divisas provenientes de las exportaciones en el corto plazo era una medida que ellos consideraban necesaria desde hace un tiempo, sobre todo para las grandes agroexportadoras y mineras.
Macri "le da la espalda a la industria"
El "cepo" parcial es otra medida de emergencia tomada como respuesta al descontrol financiero de las últimas semanas, que llegó a un punto inaudito entre el 29 y 30 de agosto, después del anuncio del default selectivo y la reestructuración de la deuda con el FMI.
"Estos anuncios demuestran el fracaso del modelo económico. Las medidas que se tomaron demuestran que la situación es límite, no se puede estar de acuerdo, encima llegan tarde. Los empresarios están decepcionados con Macri, su gestión es mala mala, él decidió darle la espalda a la industria", dijo José Urtubey, dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) en entrevista radial.
El empresariado le "suelta la mano" al presidente
Los empresarios hasta ahora afines al Gobierno también demostraron su rechazo a las últimas medidas. Algunos destacados defensores del presidente Macri realizaron declaraciones en las que le soltaron la mano a un mandatario cuya gestión no para de perder legitimidad y apoyo.

Más vehemente fue Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical Group. "Yo hablo de mi empresa, de todas las empresas, de las provincias, de las intendencias, todos apostaron a poner la plata en el sector más seguro, el Banco Central, y perdieron fortunas porque la devaluación ha sido enorme. No suficiente con esta pérdida, se les dice que este dinero, que la mayoría lo usa para sus giros corrientes, no te lo van a devolver", declaró en entrevista radial.
"Esto no es cuidar a los argentinos, porque no es la plata de un tipo que la tiene amarrocada [atesorada] en una cuenta bancaria. El que pueda pensar esto es realmente un imbécil. Esta es plata de la economía real, es dinero que se necesita para que circule. El 'reperfilamiento' es una palabra nueva que inventaron para no decir que se la chorearon [robaron]", disparó enfurecido el empresario.