El Gobierno ruso ha mantenido tradicionalmente en secreto los préstamos financieros y de exportación emitidos a otros Estados. La información se hace pública solo si Rusia firma acuerdos intergubernamentales que luego son ratificados por la Duma del Estado, si los funcionarios hablan de dichos préstamos o si la información se divulga por el Estado prestatario.
El Ministerio de Finanzas de Rusia estimó la deuda total por los préstamos estatales rusos al 1 de mayo de 2019 en 39.400 millones de dólares, de los cuales los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) deben 15.800 millones de dólares.
El mayor deudor de Rusia es Bielorrusia: 7.550 millones de dólares al 1 de junio de 2019. La cifra fue proporcionada a RBC por el Ministerio de Finanzas de Bielorrusia.
Bielorrusia solicitó un préstamo de China y también realizó la colocación de bonos en rublos rusos en el mercado ruso. China es el prestamista más grande de Bielorrusia después de Rusia.
Venezuela es el principal deudor de Rusia fuera del espacio postsoviético al juzgar por los datos abiertos. Según cifras oficiales del Ministerio de Finanzas de Rusia, la deuda principal de Venezuela es de 3.150 millones de dólares y debería pagarse en 2027. Se remonta al préstamo de 2011 que estaba destinado a financiar el suministro de armas rusas.
Cuba debe alrededor de 3.000 millones de dólares a Rusia, pero no hay datos exactos.
El monto estimado de la deuda se calcula de la siguiente manera: el saldo de la deuda que se liquidó en 2014 (Moscú condonó el 90% de la deuda cubana, dejando 3.520 millones de dólares) y los pagos semestrales iguales. De modo que hasta ahora se ha mantenido la mitad de la deuda: 1.760 millones de dólares.
Desde 2015, Moscú ha proporcionado a La Habana dos líneas de crédito más por un total de 1.440 millones de dólares para financiar proyectos de la industria local, aunque se desconoce la cantidad utilizada por Cuba.