"Este es su legado, señor Corbyn, usted aún no ha abierto los ojos, expuesto la verdad ni aceptado su responsabilidad; ha fallado el examen de liderazgo", espetó May en el Parlamento de Westminster.
La saliente jefa del Gobierno conservador, que protagonizó su penúltima sesión de 'Preguntas a la primera ministra' en la Cámara de los Comunes, instó repetidamente al dirigente laborista a "disculparse" por su gestión del problema interno de antisemitismo.
Alusiones de antisemitismo entre simpatizantes de Corbyn no cesan desde que el veterano diputado de izquierda tomó las riendas del laborismo en 2015.
La situación se ha desbordado a raíz de una investigación de la BBC, con entrevistas a jóvenes ex empleados y afiliados laboristas, que ha sacado a relucir aparentes fallos en la gestión de quejas de antisemitismo y la presunta injerencia de la cúpula en la resolución de las denuncias.
"Negar la verdad del mensaje y denunciar a los mensajeros es el estilo de su oficina y sus seguidores, ya sean miembros del partido o denunciantes [whistleblowers]", acusa a Corbyn un grupo de parlamentarios laboristas en un anuncio insertado en el diario The Guardian.
Al menos 60 lores de las bancadas laboristas han firmado la crítica misiva en la que alegan que el partido es hostil a los judíos bajo el actual liderazgo.
Los parlamentarios recalcan que no cuestionan si Corbyn es o no es antisemita, pero le responsabilizan de "permitir" que el "antisemitismo crezca en nuestro partido", dando paso al "más vergonzoso periodo en la historia del laborismo".
En su ataque contra Corbyn, May entresacó los puntos más críticos de los expuestos en el anuncio de esta facción de representantes no electos del laborismo en Westminster.