Las unidades recién llegadas de las tropas turcas tomaron posiciones en las áreas de Hassa y Kyrykhan que bordean el cantón sirio de Afrín, en el noroeste de Alepo. Según los medios turcos, estas medidas fueron tomadas por Ankara para fortalecer la guardia de fronteras.
Como subraya la agencia rusa RiaFan, los militares del Ejército Árabe Sirio respondieron a las violaciones del régimen sin fuego por parte de los terroristas, que se escondían a unas pocas docenas de metros del punto de observación turco.
"En consecuencia, es bastante claro que el ataque de las tropas sirias fue accidental o, quizás, fue el resultado de una provocación deliberada de los islamistas. No está claro por qué los turcos mantuvieron y continúan manteniéndo tan cerca de sí mismos a los grupos radicales armados en las afueras de la Gran Idlib", escriben los periodistas de RiaFan.
Según Alexander Perendzhíev de la Universidad Rusa de Economía Plejánov, Turquía no cumple sus promesas en el marco de la normalización siria y obstaculiza la lucha de las tropas sirias contra los terroristas.
Cuando atacan las posiciones sirias, se preocupa incluso menos, subraya.
Perendzhíev no excluye que estos incidentes puedan ser fabricados o planificados por otras fuerzas externas.
"Por supuesto, EEUU también tiene formaciones leales en Idlib, y es posible que fuera a través de ellos que Washington decidiera socavar así la asociación de Ankara y Moscú", afirma el experto ruso.
Tiene la impresión de que tales situaciones se crean intencionalmente, posiblemente, desde Washington para frustrar la compra de los S-400 rusos y al mismo tiempo desestabilizar la situación en la región más problemática de Siria.
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En su opinión, esto sin duda puede complicar seriamente la situación en el noroeste de Siria.
Ankara lo entiende muy bien. El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, dijo que los líderes de Rusia, Irán y Turquía mantendrán en julio una cumbre sobre Siria.