El 14 de febrero los presidentes de Rusia, Turquía e Irán (garantes del proceso de Astaná) se reunieron en Sochi para abordar la crisis siria.
"Rusia es un canal importante para el diálogo indirecto [entre Turquía y Siria]", destacó el interlocutor de la agencia al resaltar que todavía "es muy temprano para hablar de la necesidad de un diálogo directo".
"Se puede esperar que la creación de esta zona se realice de una manera aún más sincera, eficiente y pacífica", señaló.
También agregó que Ankara insistirá en solucionar el problema "con miembros de grupos terroristas en Idlib (provincia siria) que no deponen las armas".
Rusia y Turquía firmaron un acuerdo en septiembre de 2018 para la creación de la zona desmilitarizada en la gobernación de Idlib, a la que se habían ido trasladando los grupos rebeldes reacios a abandonar la lucha armada contra el Gobierno sirio.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, patrocinada por la ONU, y la de Astaná, auspiciada por Rusia, Turquía e Irán, países garantes del alto el fuego en Siria.