El 6 de mayo la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES, por sus siglas inglesas), patrocinada por agencias de la ONU, concluyó en un informe que debido a la enérgica actividad humana y al rápido crecimiento económico, de los ocho millones de animales y plantas existentes en nuestro planeta hasta un millón están en peligro de extinción.
"Estoy muy alarmado por el reciente informe del IPBES. Debemos actuar ahora para proteger todas las vidas en nuestro planeta y revertir la tendencia", tuiteó Guterres.
I am very alarmed by the latest @IPBES report. To protect all life on our planet, and reverse the trend, we must act now. https://t.co/kRizwo6L27
— António Guterres (@antonioguterres) 7 мая 2019 г.
De acuerdo con el IPBES, los factores clave que producen un impacto negativo en los ecosistemas son la transmutación de terrenos y espacios acuáticos debido a la actividad del hombre, la explotación directa de animales, el cambio climático, la contaminación del entorno, así como la propagación de unas especies invasivas que ponen en peligro la biodiversidad.
Para cambiar la situación se propone, en particular, cambiar en el agro la política de labranza, conservar para el futuro la diversidad de las semillas, razas y especies, proteger los ecosistemas clave de la biodiversidad marina, modificar la política que se aplica para los recursos de agua dulce y popularizar el movimiento ecologista.
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La IPBES se instituyó en 2012 como un organismo independiente que proporciona evaluaciones objetivas de la biodiversidad del planeta, de los ecosistemas y su provecho para el género humano.
También evalúa los instrumentos y métodos de protección y de uso sostenido de los recursos naturales de importancia vital.