García, que falleció luego de dispararse en su casa minutos antes de ser arrestado por la Policía, afrontaba un proceso judicial por corrupción vinculado a irregularidades registradas durante su segundo mandato.
La investigación incluyó los aportes hechos por la firma a la campaña presidencial de García en 2006 y las "facilidades" que el ahora fallecido dio a Odebrecht para encargarse de la construcción de las líneas 1 y 2 del Metro de Lima.
Manco señaló que la investigación dejó al descubierto que la constructora hizo pagos a empresas vinculadas al expresidente peruano.
Además, se investigan los pagos de entre 100.000 y 1 millón de dólares que Alan García recibió por el dictado de 31 "conferencias" fuera de Perú que brindó entre 2011 y 2015. Según el analista, la indagatoria reveló que esos pagos en realidad habían sido por "otros conceptos".
"Él ha querido siempre eludir la Justicia, en la época de [Alberto] Fujimori y lo ha querido hacer ahora", dijo Manco, en relación al intento de García de obtener asilo político en Uruguay en noviembre de 2018.
El analista valoró que el Gobierno de ese país "se puso fuerte" y rechazó el asilo, lo que dejó "acorralado" al expresidente peruano.

La muerte del dos veces presidente de Perú, por lo tanto, "entorpecerá la investigación de la Justicia y el accionar del Ministerio Público", interpretó Manco.
El experto consideró que el suicidio no menguará la opinión negativa de la población peruana: "En su gran mayoría la gente está cansada de este señor, de todo lo que ha hecho y de que se haya pasado evadiendo a la Justicia".