El 11 de marzo, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, afirmó que durante los combates en Siria solo en 2018 murieron un total de 1.106 niños lo que es el mayor número de menores asesinados en un solo año desde el inicio del conflicto.
"Ocho años de guerra, ocho millones de niños en necesidad en Siria y los países vecinos, 2018 es el año más mortífero (…), la guerra contra los menores debe llegar a su fin (…), el próximo año debe haber cero niños muertos", dijo Touma.
La representante de Unicef destacó la necesidad de tomar medidas colectivas y ayuda por parte de organizaciones internacionales como Unicef para evitar que la situación en el país árabe se deteriore.
En opinión de Touma, la mencionada conferencia conocida también como Bruselas III durante la cual los donantes pueden hacer promesas de contribuciones financieras para ayudar a Siria, debe centrarse en las necesidades de los niños afectados por el conflicto.
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En ese contexto, Unicef pide recaudar este año un total de 1.200 millones de dólares para que pueda continuar sus operaciones en seis diferentes países, incluida Siria y los que acogieron a refugiados sirios.
Hablando del proceso de repatriación de los refugiados sirios, Touma subrayó que este debe realizarse de forma voluntaria siempre y cuando la situación en Siria se normalice completamente.
"La gente pide seguridad antes de tomar la decisión de regresar" al país, enfatizó.
Touma señaló, además, que más de 5,5 millones de niños sirios necesitan ayuda humanitaria en una u otra forma, de ellos unos 500.000 se encuentran en zonas de difícil acceso a las que es necesario facilitar "un acceso humanitario incondicional".