El caso se remonta a 2015, cuando la víctima, una chica de 22 años originaria de Perú, llegó a un hospital de Ancona (centro de Italia) junto a su madre, refiriendo haber sido violada por un hombre de su edad, con la complicidad de otro joven, indica el diario La Repubblica.
En esa instancia, la chica refiere haber sido violada por uno de ellos, mientras el otro vigilaba que no viniera nadie. El acusado sostiene que mantuvo relaciones sexuales con el consentimiento de la joven.
Sin embargo, las pericias médicas encontraron lesiones compatibles con una relación forzada, así como altos niveles de benzodiacepinas en sangre, aún si la víctima del episodio no recuerda haber tomado esas drogas.
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La joven recurrió a la Justicia, que en primera instancia condenó en 2016 a cinco años al violador y a tres a su cómplice. Pero luego, los reos apelaron el dictamen. Fue en segunda instancia, culminada en 2017, que el fallo fue anulado, curiosamente con la firma de tres magistradas mujeres.
Por otra parte, las juezas del polémico fallo no descartan que haya sido la joven violada quien propició la situación, y la acusan de haber provocado el acto sexual con el imputado.
La Corte de Casación anuló este procedimiento, por considerar que está viciado, y deberá volver al Tribunal de Apelaciones, de modo que la búsqueda de justicia de la joven no está aún terminada.