A lo largo del centenar de metros de la calle Crémieux, las fachadas de las casas lucen colores pasteles. Las plantas debajo de cada puerta y las enredaderas sobre algunas puertas combinan de manera muy armónica. Para mejor, la 'rue' en la margen derecha del Sena tiene adoquines en la calzada y es peatonal.
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Todo esto es ideal para una estupenda producción de fotos o vídeo. Pero es así naturalmente, y por eso se ha vuelto una atracción para turistas, 'influencers', realizadores y adictos a las redes sociales, en busca de la fotografía más acorde a las tendencias para subirla en su perfil. Particularmente de Instagram, cuyas publicaciones suelen ir con la estética de la rue Crémieux.
Gente bailando, enamorados abrazados, modelos exhibiendo indumentaria de diseño… se puede ver de todo al buscar en la red social las publicaciones etiquetadas en este lugar, incluso ocupando los portales de entrada a las viviendas. Tanto, que los vecinos están hartos, según informa Franceinfo.
"Se transformó en un infierno. Durante la semana, vaya y pase porque son turistas en su mayoría y no molestan tanto. Pero durante el fin de semana, hay unas 200 personas debajo de nuestras ventanas. Nosotros en la mesa aquí y las personas al lado, tomándose fotos", dijo a la emisora estatal francesa el vicepresidente de la asociación de vecinos, identificado como Antoine.
Desde el 'boom' de Instagram, de un tiempo a esta parte, la rue Crémieux se vio invadida por una marea de seguidores, que la eligen para tener un registro fotográfico bonito, no importa a qué costo. También, el vicepresidente de la asociación de vecinos refirió el rodaje de videoclips y las despedidas de soltera.
El referente vecinal optó por poner una cinta a lo largo de la entrada de su casa para evitar que se viole su privacidad y tranquilidad. Él y el resto de los vecinos reclaman a la alcaldía del distrito 12 de París que tome cartas en el asunto y que restrinjan el ingreso a la calle, al menos en las noches y los fines de semana.
Un suplicio parecido viven los habitantes de Notting Hill, un barrio de Londres estéticamente atractivo para los turistas, cuyo encanto alcanzó notoriedad global con una película protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant. Según un reportaje del periódico Evening Standard, los locales están cansados de ver cómo sus calles se transformaron en estudios fotográficos para forasteros. En ocasiones, incluso llevan tiendas desmontables para poder cambiar de ropa en su producción.
¿Hay algún lugar así en tu ciudad? ¿Qué harías si tu casa se transformara en un punto de visita para 'influencers'? Estamos ansiosos por leer tus opiniones, así que déjalas en nuestra sección de comentarios.