El periódico digital Rappler, que cita los primeros informes policiales, señala que un desconocido arrojó una granada de mano al interior de la mezquita en la que reposaban varios líderes religiosos.
LOOK: Two were killed while three others were injured after a grenade exploded inside a mosque in Zamboanga City. | via Roel Pareño pic.twitter.com/W067J1GZ87
— The Philippine Star (@PhilippineStar) 30 января 2019 г.
El incidente ocurrió a primera hora de esta madrugada, apenas tres días después de que una doble explosión en una catedral de Joló, también en el suroeste de Filipinas, causara 21 muertos y más de 110 heridos.
El portavoz de la Presidencia filipina, Sal Panelo, calificó el nuevo ataque como "un desafío a la capacidad del gobierno de garantizar la seguridad de los habitantes de Mindanao".
"Los sucesivos ataques a dos edificios de culto diferentes demuestran la crueldad de estos asesinos de masas", declaró Panelo, citado por el canal CNN Philippines.
"Atacar a las personas que están en oración es la expresión máxima de la cobardía y la obscenidad. Hacemos un llamado a las autoridades para que actúen con prontitud y rigor en la investigación de este ataque más reciente, e identifiquen y procesen a los perpetradores", señaló en una declaración publicada en la red social Facebook.
A su vez, los cuerpos de seguridad no ven por el momento nexo alguno entre los ataques que fueron lanzados contra dos lugares de culto religioso en el suroeste de Filipinas, informó el canal ABS-CBN que cita al ministro de Defensa, Delfin Lorenzana.
"Todavía lo estamos estudiando, pero no podemos ver ninguna conexión", declaró Lorenzana a los periodistas.