En declaraciones a la prensa desde Brumadinho, el coronel Anderson de Almeida, portavoz del equipo de comando que lidera las tareas de rescate, aseguró: "Nosotros descartamos que el dique seis se rompa; Vale (la empresa propietaria) trabaja desde la madrugada drenando agua".
La balsa que está en riesgo contiene un millón de metros cúbicos de agua, y según el coronel se está vaciando gradualmente de forma controlada en el lecho del río.
Salen unos 350.000 litros de agua por hora, por lo que el portavoz estimó un plazo aproximado de 37 horas para poder decir que la zona es "segura".
Previamente, fuentes de los bomberos de Minas Gerais que estuvieron en la zona, aseguraron a Sputnik que el riesgo de ruptura era "inminente" porque el dique cuenta con una grieta por la que sale agua.