"El riesgo de ruptura es inminente, principalmente con la lluvia de ahora; hay una grieta en el dique", informó en declaraciones a Sputnik Marcio Nunes, integrante de las fuerzas de rescate procedentes de la ciudad de Cláudio.
El principal motivo es la fuerte lluvia que empezó a caer la tarde del sábado, que obligó a suspender en parte las tareas de rescate y casi desbordó la balsa número 6, contigua a la número uno, que se rompió.
Esta segunda balsa contiene un millón de metros cúbicos de agua y en caso de que se rompiera el dique podría provocar una nueva tragedia.
Según la empresa Vale, propietaria de los diques, se están usando bombas hidráulicas para reducir la cantidad de agua y la estabilidad de la estructura se revisa de hora en hora, junto con técnicos de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos.
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Según el último recuento oficial, el accidente de Brumadinho ha dejado 11 muertos y 299 desaparecidos, mientras que 46 personas fueron rescatadas con vida.