Fue la noche del 24 de enero de 1939. Mientras los habitantes de Chillán dormían, un fuerte temblor sacudió la ciudad y las zonas cercanas. Este sismo de magnitud 8,3 en la escala de Richter provocó aproximadamente 30.000 muertos. Las estimaciones de la cantidad exacta de víctimas mortales, no obstante, varían considerablemente.
"Es un sismo con características especiales. No corresponde a un sismo entre las placas, sino que dentro de una placa en profundidad. Esto hace que tenga características con un potencial más destructivo para estructuras más rígidas. Eso fue lo que colapsó las casas hechas de adobe", explicó Pardo.
Fue un movimiento telúrico de una profundidad de hasta 100 kilómetros que destruyó más de la mitad de la ciudad de Chillán. Este terremoto motivó cambios importantes en la manera en que las autoridades manejan la amenaza sismológica.
"Hay una serie de códigos y normas de diseño y construcción para diferentes tipos de estructuras que deben cumplirse para levantar un edificio o una estructura en Chile. Estas normas son reevaluadas cada vez que sucede un terremoto y tenemos información registrada sobre ellos", añadió.
Justo por esta razón los edificios y construcciones en general son bastante resistentes a la actividad de los terremotos que frecuentemente sacuden el país.
Te puede interesar: ¿Una bomba a punto de explotar? Qué oculta el supervolcán de Yellowstone
Cuán preparado está Chile hoy
Al tratar el tema del sistema de la alerta temprana que existe en el país, Pardo señaló que al aparecer los primeros indicios de un movimiento telúrico, el Centro Sismológico Nacional publica la información preliminar en su página web en cinco minutos.
"Le estamos proporcionando la información en plazos cada vez más cortos. Para hacer una respuesta en tiempo real se requiere más instrumentos y para esto estamos trabajando en el Centro Sismológico. Creo que este año vamos a tener algunas soluciones para Chile Central al menos", declaró el especialista.
Chile tiene uno o dos megaterremotos por siglo. El país corre el riesgo de sufrir los máximos terremotos que pueden ocurrir en el planeta. Sismos de gran magnitud ya sacudieron Chile en el siglo pasado, en 1960, y más recientemente, en el 2010.
"Esto es lo que nos tocó por vivir en este país. Las condiciones geográficas permiten que ocurran estos fenómenos geográficos. (…) No existen catástrofes naturales. Solo existen fenómenos naturales que pueden convertirse en catástrofes si no las gestionamos bien", dijo Pardo.
El país ha avanzado mucho en la gestión de la amenaza de terremotos en los últimos años, sin embargo, según el experto, al país le queda mucho por delante. El Centro Sismológico Nacional, al que representa, está trabajando fuertemente en educar a la población para que esté preparada para sismos de cualquier magnitud, una tarea fundamental para Chile, concluyó.