"México y Uruguay brindan puntual seguimiento a los recientes acontecimientos en la República Bolivariana de Venezuela. De forma conjunta, el Gobierno de Uruguay y México formulan un llamado a todas las partes involucradas, tanto al interior del país como al exterior, para reducir las tensiones y evitar una escalada de violencia que pudiera agravar la situación".
En el comunicado, los dos países "urgen a todos los actores a encontrar una solución pacífica y democrática frente al complejo panorama que enfrenta Venezuela" para lo cual "proponen un nuevo proceso de negociación incluyente y creíble, con pleno respeto al Estado de Derecho y los derechos humanos".
Los gobiernos de México y de Uruguay habían anunciado más temprano por separado que no modificaban su postura de reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, luego de que el titular del parlamento, el diputado opositor Juan Guaidó, se autoproclamara "presidente encargado" y fuera reconocido de inmediato por EEUU y por una docena de países americanos.
Maduro acusó el 23 de enero más temprano a EEUU de orquestar lo que considera un golpe de Estado en su contra y anunció la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas con ese país.
Además, el Tribunal Supremo de Justicia pidió a la fiscalía acciones penales contra los miembros del Poder Legislativo por "usurpar" las facultades presidenciales, y era inminente el despacho de una orden de captura contra Guaidó.
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El presidente Donald Trump dijo por su parte que "todas las opciones estaban sobre la mesa" si el Gobierno de Maduro tomaba alguna medida contra el parlamento, de mayoría opositora.
Unas 15 personas han muerto ya en las protestas opositoras.