"Al intentar sobrevivir, depende mucho de sí mismo, pero también de los otros actores. Si los otros actores no van a permitir esa supervivencia porque ya son emergentes que quieren su parte en ese nuevo orden internacional, el choque es inevitable. Y cuando el choque es inevitable, el que ya no tiene nada que perder es el que está desapareciendo, el que ya está en decadencia. Y como no tiene nada que perder, puede hacer la mayor de las locuras, por eso se vuelve muy peligroso".
Así, el mundo se puede enfrentar a este panorama, entre otros, en este incipiente año 2019. Para Aguilar lo importante no es lo que pueda ocurrir, porque eso es impredecible, sino qué es lo que no va a cambiar respecto a 2018. Juan Aguilar se centra en siete puntos críticos a los que hay que estar atentos en 2019, y éste es su análisis.
La guerra mediática
Zonas de fracturas geopolíticas
Son tres, de acuerdo al analista. "Por un lado, está la zona del Golfo Pérsico, que implica a países como Arabia Saudí, Irán, el conflicto en Yemen, la situación de Israel y los países del entorno; la finalización de la guerra en Siria; y cómo va a quedar el asunto kurdo respecto a Turquía".
"El Este de Europa puede convertirse en otra zona de fractura geopolítica importante, tanto por la cuestión de Ucrania –donde además hay elecciones este año–, como por el asunto de Kosovo, que pretende tener un Ejército propio, lo que va a agudizar de nuevo esa zona de los Balcanes".
"La tercera fractura, quizá la más importante es lo que ocurre en el Mar de China Meridional. El choque inevitable entre EEUU y China, y que tiene toda una serie de actores secundarios: lo que pueda pasar en la península coreana, la intervención de Japón, también de India, de los países del sudeste asiático, incluso de Australia".
Imprevisibilidad de la política de la Casa Blanca
"Lo hemos visto desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a la Administración norteamericana, donde entre dimisiones y no dimisiones, tuits y no tuits, nunca sabemos si se va de Afganistán, si se queda, si mañana decide otra cosa, si rompe un tratado internacional o un tratado de libre comercio, si ataca Corea del Norte… Es decir, es un punto muy fastidioso a la hora de observar la situación para los analistas internacionales. La Casa Blanca se ha convertido en un auténtico manicomio".
Guerra armamentista
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Aumento del populismo en países desarrollados
"Da igual la tendencia de los populismos. Es una época de pos globalización donde va a primar el realismo en las relaciones internacionales, eso significa que van a primar los intereses nacionales. Y si esos intereses se aplican por los Gobiernos de turno en sus relaciones internacionales, sin dudas va a haber sectores de la sociedad, los marginados y más perjudicados por la globalización, que también van a crecer. Y el aumento de todo tipo de populismos lo hemos estado viendo, sobre todo en Europa, también en América Latina con [el presidente de Brasil, Jair] Bolsonaro, o en el propio EEUU con Donald Trump".
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Cambio climático
"Sin entrar a la polémica de si este cambio climático es obra de la mano del hombre por su industria y su forma de consumo, o si obedece a ciclos naturales, da lo mismo. La realidad es que estamos ante una serie de cambios climáticos que pueden llevar, en primer lugar, a una crisis alimentaria, y esto significa un aumento salvaje de las corrientes migratorias, y de nuevo estaríamos ante una situación crítica en algunos países, o en algunas zonas, como el Mediterráneo, la frontera sur de EEUU, incluso en algunas zonas del sudeste asiático. Y eso es también fuente de conflictos que podemos ver a lo largo de 2019".
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Posible surgimiento de algunos tipos de pandemias
"Donde hay crisis alimentarias es mucho más sencillo la expansión de ciertas enfermedades. Esto, unido a cierta irresponsabilidad de muchos países a la hora de tratar en sus laboratorios con microorganismos, muchas veces modificados o incontrolados, puede traer que en cualquier accidente o situación no prevista, se convierta en una pandemia. Es como lo de las armas nucleares: nadie prevé una situación así, pero puede suceder".
Conclusión
"Si tuviera que lanzar un epitafio final, yo diría que estamos en la fase en la cual hay un mundo que se acaba, que es el mundo unipolar, pero el mundo nuevo todavía no ha nacido, es un mundo multipolar. En esos interregnos, en esas tierras de nadie donde el mundo nuevo no ha nacido pero el mundo viejo ya se acaba, es cuando la inestabilidad es mayor, la imprevisibilidad es mayor, y la posibilidad de que ocurra cualquier cosa, es factible", sentencia Juan Aguilar.