El índice S&P 500 disminuyó un 10,6% en diciembre del 2018, la caída mensual más grande desde febrero del 2009. Además, en este mismo mes no se había producido un desplome de tal magnitud desde 1931, año en el que la Gran Depresión estaba en plena marcha, informa el periódico Financial Times.
"El significado de estos eventos está claro: el mundo se encuentra en el umbral de una crisis a gran escala. La economía más grande del mundo podría ser su epicentro", escribe el periodista ruso Maxim Rúbchenko en su artículo para la edición rusa de Sputnik.
Según Rúbchenko, no es un secreto que la economía de EEUU está experimentando problemas serios. Hoy en día los expertos y políticos discrepan acerca de la pregunta: ¿cuál es la principal amenaza para la estabilidad económica global?
El presidente de EEUU, Donald Trump, considera que el principal problema radica en la política de la Reserva Federal que tomó la decisión de aumentar las tasas de interés.
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Por si fuera poco, el ente aplica un programa destinado a reducir su balance general, retirando el dinero de la economía estadounidense, destaca el autor del artículo.
Tan solo en octubre del 2018 la Reserva Federal redujo sus activos en 35.000 millones de dólares, hasta situar su balance general en 4,14 billones de dólares. De acuerdo con el portal Wolf Street, es el nivel más bajo registrado desde febrero del 2014. En total el ente redujo su balance general en 321.000 millones de dólares desde octubre del 2017, cuando inició su programa de normalización del balance general.
Mientras tanto, la encuesta realizada por el Bank of America Merrill Lynch reveló que la política de la Reserva Federal ocupa solo el segundo lugar en la lista de los principales riesgos. La guerra comercial es el mayor riesgo para los mercados.
"Claro está que la guerra comercial afecta no solo a EEUU, la economía de China también empezó a experimentar las consecuencias negativas", escribe Rúbchenko.
Según la Academia de Ciencias Sociales de China, el crecimiento económico del país asiático debería situarse en el 6,6% en el 2018 contra el 6,9% del 2017, y se ralentizará hasta el 6,3% en el 2019.
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El autor del artículo considera que tal ralentización amenaza con provocar el desplome de los precios mundiales de las materias primas dado que China es su mayor importador en el mundo.
Rúbchenko destaca que EEUU y China no son los únicos Estados que podrían provocar futuras turbulencias en los mercados. Arabia Saudí también podría ser el detonante de una nueva crisis global, considera el autor.
"El presupuesto de Arabia Saudí para el 2019 fue aprobado tomando en consideración el déficit presupuestario de 35.000 millones de dólares. Con todo eso, los saudíes lo calcularon con esperanza que el petróleo cueste unos 80 dólares por barril", destaca.
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De acuerdo con Rúbchenko, el principal peligro radica en el hecho de que Arabia Saudí y China son los principales tenedores de la deuda estatal de EEUU. Al tropezar con problemas económicos y presupuestarios ambos países podrán verse obligados a vender los bonos estadounidenses.
"Esta venta provocará inevitablemente una fuga masiva de inversores que repercutirá en el desplome de los bonos estadounidenses y en la aparición de agujeros en el balance de distintos bancos. Después de eso, lo único que podemos hacer es esperar para ver cuál de estos bancos repetirá la suerte de Lehman Brothers, cuya bancarrota causó la crisis global en el 2008", concluyó.