Ante el proyecto de invertir 6.000 millones de dólares para una nueva planta de refinación, "estamos llamando al nuevo Gobierno a reconciliar sus intenciones de desarrollo de los proyectos energéticos con la urgencia de proteger el medio ambiente y evitar el cambio climático", dijo el experimentado líder ecologista.
"Creemos que la apuesta radical de la nueva administración debería orientarse a desacoplar a la economía mexicana de la industria de los combustibles fósiles", enfatizó el experto.
La planta se construirá en una zona de actividad de la industria petrolera de alto impacto por sus cadenas de exploración, explotación, refinación, transporte y consumo de hidrocarburos.
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Se encuentra cerca de los yacimientos localizados bajo el lecho marino del Golfo de México, en la franja costera que se extiende desde el sur hacia la frontera norte con EEUU.
"Una mirada a la estrategia energética del nuevo Gobierno arroja que va en sentido contrario a la abolición de la dependencia de los combustibles fósiles importados o nacionales, y del reemplazo por energía limpias", lamentó el principal responsable de Greenpeace en México.
De hecho, como firmante del Acuerdo de París, México tiene el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 22% para 2030 y de abatir las emisiones de carbono negro en un 51% hacia el mismo año.
Para el movimiento ecologista resulta "paradójico" que un Gobierno progresista relegue las políticas que buscan reducir la huella climática del sector transporte, y cifre sus esperanzas en extraer más petróleo, refinar más crudo y producir más gasolinas.
El Gobierno anterior afirmó en abril pasado que México alcanzaría este año la meta de generar un 35% de su energía con fuentes limpias.
La proyección era desarrollar la tecnología eólica, que en seis años aumentó su infraestructura en un 300%, como principal fuente de la nueva matriz energética.
Ecocidio en marcha
Ampugnani indicó que el problema no es solo la cadena productiva que genera emisiones contaminantes y aceleran el calentamiento global.
"Sabemos que [la empresa petrolera estatal] Pemex se adelantó a remover la vegetación de un extenso predio para la instalación de la nueva refinería", lamentó el líder ambientalista.
Tampoco se practicaron análisis de consecuencias ambientales "requeridos para ejecutar el cambio de la vocación del terreno, ni acciones de mitigación del impacto", dijo Ampugnani.
Además, la región portuaria de Dos Bocas, donde se emplazará la refinería, era una zona de conservación del programa de reordenación ecológica del estado de Tabasco.
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"Esa preservación está catalogada como 'protección prioritaria'; pero el desmonte del terreno se ejecutó sin permisos de cambio del uso de suelo", denunció.
La biodiversidad en torno al puerto petrolero ya ha sufrido impactos industriales: la planta estará a 30 kilómetros de la reserva de la biosfera Pantanos de Centla y a 10 kilómetros de la Reserva Ecológica Río Playa.
"Hay un problema adicional en la zona costera: son terrenos bajos inundables de alta vulnerabilidad, por el aumento del nivel del mar y la penetración de inundaciones, es una zona propensa a ser golpeada por huracanes", apuntó el especialista.
Este tipo de megaconstrucciones petroleras "estará expuesta a fenómenos hídricos y meteorológicos frecuentes, que entrañan un poderoso ambiente de riesgo", advirtió el especialista.
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La zona del nuevo complejo refinador tiene antecedentes críticos, porque "servía para mitigar la afectación de una zona con inundaciones frecuentes, en terrenos pantanosos que amortiguan eventos periódicos, como fuertes tormentas procedentes del mar que penetran tierra adentro", explicó.
Más allá del predio, donde la vegetación fue erradicada, hay una zona suburbana que quedaría en "situación de vulnerabilidad, al suprimirse la barrera natural, expuesta a huracanes y desbordamientos de pantanos", dijo Ampugnani.
Hace 20 años, la organización ecologista defendió la zona vulnerable de Dos Bocas, un puerto que sirve a los yacimientos cercanos, que ahora tendrá una infraestructura productiva de mayor impacto.
Con todo ese historial el esfuerzo de desarrollo del nuevo Gobierno "tiene la oportunidad de no repetir los errores" de los grandes proyectos del pasado, concluyó.