"Es una necesidad poder informar a la población en general que en sesión extraordinaria del TSE de fecha 4 de diciembre de 2018 (…) la sala plena en virtud de la jurisdicción y competencia que por ley ejerce, resuelve: aprobar la habilitación de las candidaturas presentadas por los partidos y alianzas", dijo en conferencia de prensa la presidenta del TSE, María Eugenia Choque.
Pero las primeras reacciones de la oposición fueron de duro rechazo a la resolución del TSE, con anuncios de que las protestas continuarán y hasta podrían derivar en una huelga nacional indefinida contra la repostulación del indígena que gobierna Bolivia desde 2006.
Choque, quien compareció ante la prensa flanqueada por los otros cinco miembros activos del TSE, se limitó a leer la parte central de la resolución de habilitación de las candidaturas sin responder preguntas de la prensa.
La polémica habilitación –para elecciones primarias rumbo a las generales– implicaba que una sentencia del Tribunal Constitucional de 2017 que autorizó la reelección indefinida de todas las autoridades electas, era aplicable con preferencia sobre el resultado de un referendo previo que vetó esa reelección.
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"Hoy la democracia boliviana fue herida de muerte por un TSE que hizo oídos sordos al clamor de millones que pedían respeto al voto soberano. ¡Los bolivianos juzgaremos esta traición a la Patria!", escribió en Twitter el líder del partido derechista Demócratas y gobernador del departamento oriental de Santa Cruz, Rubén Costas.
El expresidente neoliberal Carlos Mesa, considerado hasta las encuestas de hace dos semanas el opositor con más posibilidades electorales, denunció la "acción sumisa" del TSE ante el "gobierno autoritario".
"El TSE, como quien lee un instructivo intrascendente, le ha dado un golpe de muerte a nuestra democracia, habilitando como candidato al dueño de todos los poderes, Evo Morales", dijo Mesa en Twitter.
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"Llamamos a la unidad para frenar la dictadura. La oposición debe rechazar de manera contundente esa decisión y a la vez, debe unificarse en un solo proyecto para frenar la dictadura", añadió Doria Medina.
No había declaraciones inmediatas de los líderes de dos marchas opositoras que deberían culminar en La Paz el jueves 6, coincidiendo con un paro nacional convocado por comités cívicos alentados por la oposición como parte de las movilizaciones contra los planes de reelección de Morales.
Sin embargo, el activista opositor Alejandro Almaraz dijo a la red de televisión ATB que el paro del jueves sería "el ensayo de un paro nacional hasta las últimas consecuencias".
Horas antes del anuncio del TSE, las organizaciones sociales y sindicales que apoyan al Gobierno habían denunciado que las protestas opositoras buscaban crear un clima de "convulsión" para impedir las elecciones.