"El próximo año, en el desarrollo de la carrera a las elecciones generales, unos opositores podrán fortalecerse más que otros, pero ahora resulta imposible prever una candidatura única que enfrente a Morales", dijo Vicente Guardia, de Comunidad Cívica, una asociación de investigadores sociales.
Los analistas se refirieron así al cierre del registro de candidatos para las elecciones primarias de enero, ocurrido en la medianoche del miércoles, lo que supone la antesala de los comicios generales de octubre, en los que Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera buscarán un cuarto mandato consecutivo.
Guardia anotó que tanto el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) como los ocho grupos opositores inscribieron candidaturas únicas, lo que convertirá a las primarias en un ejercicio de ratificación antes que de elección de candidaturas.
Destacó sin embargo que el proceso de las primarias, que se realizarán por primera vez en Bolivia, "ha tenido el resultado de acelerar las decisiones partidarias, comenzando a clarificar el panorama con un año de anticipación a las generales".
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Como parte de esa "clarificación", el analista citó la ruptura del frente Bolivia dice No, que dejó fuera de competencia al empresario Samuel Doria Medina, y la ausencia del expresidente derechista Jorge Quiroga (2001-2002), candidato habitual en las dos últimas décadas pero finalmente no inscrito.
"Las decisiones partidarias de candidaturas han estado basadas en nombres antes que propuestas, en el rechazo a Evo Morales antes que en un plan unitario de gobierno, pero por lo menos la lista de aspirantes se ha despejado un poco", afirmó Guardia.
Improvisación
Móldiz, en tanto, comparó a las decisiones electorales opositoras con "una farándula", en la que los partidos improvisaron candidaturas para no quedar fuera de la carrera hacia el Gobierno.
Móldiz ejemplificó, como señal de esa improvisación, que el fracturado frente "Bolivia dijo No" optó por dejar a un lado a su líder, Rubén Costas, gobernador del departamento oriental de Santa Cruz, designando en cambio candidato a su "delfín", el senador Oscar Ortiz.
A su vez, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), de orientación neoliberal y considerado a priori como el de mejor perfil electoral para retar a Morales, no convenció a una "desatacada figura femenina" a la que habría buscado y terminó inscribiendo como candidato vicepresidencial a un exministro y amigo suyo, sostuvo el analista.
Móldiz agregó que en la misma línea de improvisación se ubicaría la candidatura del expresidente socialdemócrata Jaime Paz Zamora (1989-1993), que "tomó prestada" la sigla del Partido Demócrata Cristiano para participar en los comicios.
Según el analista, el reto para toda la oposición conservadora boliviana, sea en un frente único o en candidaturas separadas, es "presentar una propuesta distinta a lo que ha hecho Evo y distinta también a lo que ellos han hecho durante los 20 años anteriores a Evo".
"Ahí no tienen salida, los une el antievismo pero nada más, lo que tienen es una no-propuesta, porque no pueden decir que volverán a hacer lo que hicieron en décadas pasadas, volviendo a privatizar, a generar mecanismos de desigualdad. Ésa es su debilidad programática", insistió Móldiz.
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El especialista añadió que, en contraposición, el binomio oficialista Morales-García "puede presentar lo que ha hecho y ya ha presentado al país lo que pretende para el siguiente quinquenio".
La lista de los candidatos habilitados para las primarias será publicada por el Tribunal Supremo Electoral el 8 de diciembre.
Las elecciones se celebrarán en octubre de 2019 y el próximo presidente gobernará el país entre 2020 y 2025.