"Mientras el pueblo esté unido, va a seguir derrotando a las políticas que hicieron mucho daño a la economía boliviana (…) recuperamos la patria, ahora tenemos la nueva Bolivia en construcción", afirmó Morales tras realizar al mediodía el breve trámite de inscripción.
Tras el registro de la candidatura, los manifestantes oficialistas improvisaron una fiesta con música y bailes en la céntrica plaza frente a las oficinas del TSE.
La inscripción de Morales y García, en el poder ya más de 12 años, dejó en manos del tribunal la decisión sobre la validez de la candidatura oficialista, vetada por un referendo de 2016 que ahora es bandera de la oposición conservadora pero habilitada por una sentencia del Tribunal Constitucional del año siguiente.
"Seguimos haciendo historia", proclamó el presidente izquierdista, en alusión a que Bolivia realizará las primeras elecciones primarias de su historia, en un proceso que ha develado viejas irregularidades en los registros de militantes de los partidos.
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En octubre pasado, el MAS acreditó ante el TSE el registro de más de un millón de militantes, cifra superior a la de todos los opositores juntos.
"El MAS es el movimiento político más grande de la historia de Bolivia, un movimiento político que hizo mucha historia, récord en todos los rubros gracias al apoyo del pueblo boliviano", afirmó el gobernante.
El TSE ha programado que se pronunciará en última instancia sobre la validez de la nueva postulación de Morales y García el 8 de diciembre, cuando debe publicar la lista de los aspirantes habilitados para las primarias, de las que surgirán los candidatos habilitados para las generales.
Para el oficialismo, sin embargo, el TSE no tendría nada que debatir sino sólo acatar el fallo del Tribunal Constitucional que habilitó la posibilidad de la reelección indefinida por considerarla un derecho político reconocido por la Convención Interamericana de Derechos Humanos.