"Las moratorias no son suficientes (…) Esperamos la anulación de la subida de las tasas sobre los carburantes", dijo Cauchy en una entrevista con la emisora RTL.
Horas antes, Philippe anunció la suspensión por un plazo de seis meses de las nuevas medidas fiscales, que habían provocado un amplio rechazo popular.
Según Philippe, las tarifas de electricidad y gas, que debían incrementarse a partir de 2019, tampoco aumentarán durante el próximo invierno (hemisferio norte).
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A su vez, la catedrática del Departamento de Relaciones Internacionales y Política Exterior de la Universidad de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), Evguenia Obíchkina, considera que la decisión del Gobierno francés de suspender durante seis meses el incremento de los impuestos sobre los combustibles permitirá calmar la situación en el país.
Según Obíchkina, la moratoria es "una decisión muy sabia", que "permitirá al Gobierno y personalmente al presidente [Emmanuel Macron] mostrar que escuchan la opinión de los ciudadanos comunes".
Las protestas de los chalecos amarillos en Francia —llamados así porque los activistas visten prendas de alta visibilidad en carretera— comenzaron el 17 de noviembre como manifestaciones contra el alza en el precio de los combustibles, pero rápidamente se extendieron a otros temas como los nuevos impuestos y la disminución del poder de compra.
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Según el Gobierno francés, desde su inicio las protestas han dejado cuatro muertos y varios centenares de heridos.