"El debate político y la intensidad retórica, seguramente no serán tan fuertes como en los últimos días, pero seguirá siendo un reto importante para la relación de México con EEUU", dijo Videgaray en una entrevista televisiva, para evaluar el impacto de los comicios en EEUU en la región de Norteamérica.
Pero la disputa sobre la migración "es un tema que va a seguir allí, porque es uno de los elementos que más polarizan a la política interna estadounidense; y es un debate que va a continuar", estimó el jefe de la diplomacia mexicana.
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Sin embargo, con la nueva composición del Congreso, donde el opositor Partido Demócrata logró la mayoría por primera vez en ocho años "es poco probable que existan reformas migratorias ambiciosas que cambien las reglas juego, ya sea en uno u otro sentido", pronosticó Videgaray encargado de las Relaciones Exteriores en el Gobierno saliente de Enrique Peña Nieto.
"Con una Cámara de Representantes con mayoría demócrata muy difícilmente se distraerán recursos de otros tema, para el financiamiento de ese proyecto" del presidente Trump, estimó el canciller.
Llamado a migrantes a regularizar su estatus
El Gobierno de México celebró que más de 3.200 migrantes que estaban en un refugio en la ciudad de Tapacula, estado de Chiapas (sur) a unos 50 kilómetros de la frontera con Guatemala, comenzaron sus trámites para lograr refugio.
"Para los migrantes que estuvieron en el recinto ferial de Tapachula (durante varios días) el tramite tomará varias semanas y no se requiere que permanezcan en un albergue cerrado,que les impide entrar y salir", prosiguió.
A diferencia de quienes optaron por evadir a las autoridades y llegar por diversos medios a la Ciudad de México, los miles de migrantes que se registraron "tienen ahora la capacidad de moverse en el estado de Chiapas (sur) y buscar otras opciones de albergue, mientras el trámite continúa", prosiguió Videgaray.
Más de 5.000 personas provenientes de Centroamérica en la Ciudad Deportiva localizada al este de la capital y otras dos que transitan por los estados de Chiapas y Oaxaca, con unas 3.000 personas más en un flujo disperso en varias rutas del sur del país y por medios distintos.
"Hay una diferencia sustantiva (de quienes se registraron) frente a los que decidieron entrar sin cumplir las leyes mexicanas: ellos (en Tapachula) ya empezaron su trámite de refugio, y en las próximas semanas conocerán el resultado, ya no se requiere permanecer en un albergue cerrado", explicó Videgaray.
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Insistió en que la capacidad del albergue de Tapachula es para los migrantes que vienen llegando: "todos los días llegan migrantes por la vía legal, incluso el puente (fronterizo de Ciudad Hidalgo) está abierto para los que hacen el trámite de manera legal", enfatizó.
La diferencia es que "pueden moverse en todo el país, mientras ocurre el trámite y el Gobierno les da un horizonte, es diferente para quienes no han entrado en el proceso de regulación", enfatizó el canciller.
Finalmente dijo que "ojalá que los (migrantes) que están en la Ciudad Deportiva (capitalina) y otras caravanas (que se niegan al registro y rechazan el plan gubernamental), buscaran opciones migratorias para quedarse en México", reiteró la oferta.
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En promedio, según cifras oficiales, durante los seis años del mandato de Peña Nieto (2012-2018), cada año, cruzaron el territorio mexicano más de 400.000 centroamericanos, provenientes de países del llamado Triángulo del Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador, con distinta suerte, algunos de ellos victimizados por el crimen organizado.
Las autoridades de EEUU y México deportan anualmente de cada país unas 200.000 personas sin documentos migratorios.
