"Mientras la sociedad civil ha brindado la ayuda humanitaria, el Estado (mexicano) no es capaz de hacerlo, invirtiendo sus presupuestos en el control de la migración y en las mal llamadas estaciones migratorias", dijo Jan Jarab, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México.
La mayor de las "cárceles para migrantes" es la Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas, ciudad fronteriza con Guatemala, que está saturada. A las personas del éxodo migrante actual que solicitaron refugio durante las últimas dos semanas se las mantiene detenidas en otro predio donde la gente está viviendo en carpas.
La última semana de octubre, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México emitió un duro informe acerca de las condiciones de hacinamiento y falta de higiene y salubridad en las que son mantenidos los solicitantes de refugio en la estación Las Agujas de la Ciudad de México.
Sobre la entrada masiva de centroamericanos, Jarab sostuvo que "no nos gusta llamarla caravana", pero tampoco "éxodo": "no es este el inicio, desde hace mucho años hay un éxodo más disperso. Miles de personas que transitan México sufren detención y deportación de las autoridades y victimización por parte del crimen organizado".
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El Alto Comisionado señaló que han sido (y siguen siendo) las organizaciones de la sociedad civil las que han brindado la ayuda humanitaria que las personas requieren, facilitándoles el acceso a la salud y la educación a que tienen derecho.
"La política migratoria de México se ha centrado en control de migración sin tomar suficientemente en consideración los derechos humanos de migrantes y refugiados. Son las organizaciones de la sociedad civil quienes se han preocupado de la respuesta solidaria para garantizar condiciones de vida digna de la gente en tránsito", agregó.
Son las organizaciones sociales y las familias de los migrantes quienes articularon y protagonizan el Foro Social Mundial de las Migraciones que dio comienzo con esta celebración, el viernes 2 de Noviembre, en el Centro Cultural Tlatelolco.
Además del Movimiento Migrante Mesoamericano en la voz de su directora, Marta Sánchez Soler, participaron representantes de la Carovanne Migrante de Italia e Iberoamérica Migrante de España, que trabajan con la migración africana hacia Europa y representantes de Sin Fronteras, de Estados Unidos, así como del albergue "La 72" en Tenosique, Tabasco, que trabajan con la migración hacia México y Estados Unidos.
Para Walter Coleman de Sin Fronteras, "hay una meta en destruir a las familias migrantes" que están en Estados Unidos, dijo, donde hay "7 millones de niños enfrentando la separación familiar cuyos padres están al borde de la deportación".
"Este ataque a las familias (en Estados Unidos) es lo peor que podrían hacer, si seguimos trabajando por el derecho a tener una familia, podremos eliminar este obstáculo" sostuvo.
González refirió a los anuncios hechos para encabezar las dos instituciones claves que rigen la política migratoria: Tonatiuh Guillén, un académico al frente del Instituto de Migración (INM) y Andrés Ramírez Silva, un ex funcionario de ACNUR al frente de la Comisión mexicana del refugiado (Comar).
"Están prometiendo demasiado, creo que tienen que poner los pies sobre la tierra. Han puesto a un académico al frente del Instituto que está en cáncer terminal", dijo Tomás González en diálogo con Sputnik.
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Dijo que además del grueso de las personas que están ingresando a México por la frontera de Tapachula, "hay muchos que están siendo rechazados y por distintas circunstancias están tomando nuestra ruta, por Tabasco". Agregó que en "La 72" se recibió a 1500 personas en 10 días, cantidad que usualmente reciben en un mes.
"Los éxodos son muy visibles pero también hay éxodos invisibles, donde quizás no se vea la misma cantidad de gente que viene por la ruta del Pacífico pero hay otros miles caminando clandestinamente, subiéndose a los tráilers, al tren, por donde puedan avanzar".
"Centroamérica está inaguantable ahora y aquí está muy fuerte la mano de Estados Unidos. Muchos hablan de los intereses del actual presidente pero si le sumas el hambre y la pobreza, esto va a seguir por días".
Al ser consultado sobre la voluntad del gobierno estadounidense de que México firme un acuerdo de tercer país seguro que lo obligue a absorber todas las solicitudes de refugio de las personas que pasen por su territorio, Tomás González dijo a Sputnik que:
"Estados Unidos lo pidió y había incluso una asignación económica, pero la sociedad civil lo paró y el nuevo gobierno (de AMLO) no lo aceptó pero, de facto, éste éxodo viene con amenazas (de militarización) de la frontera sur de Estados Unidos, ¿a dónde van a ir? Esto ya se convirtió en un tercer país".
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