Según la sabiduría popular, detrás de todo gran hombre hay una mujer. No es una excepción el caso de Jair y Michelle Bolsonaro, el matrimonio que ocupará el Palacio de la Alvorada —la residencia presidencial en Brasilia— al menos de 2019 a 2023.
Sin embargo, el rol que tuvo en la contienda política fue mucho más que ceremonial, a pesar de mantenerse alejada de las cámaras y de haber concedido muy pocas entrevistas. Tras bambalinas, era ella quien mandaba en la casa, según consigna la prensa brasileña.
Luego del ataque que sufrió el presidente electo durante un mitin, el centro de operaciones de la campaña pasó a ser el condominio de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, donde ambos tienen su hogar.
Incluso Gustavo Bebianno, el presidente del Partido Social Liberal (PSL, la fuerza a la que pertenece el futuro mandatario de Brasil), debió ganarse la confianza de la señora Bolsonaro, según el mismo medio.
Y no se podía usar cualquier parte de la casa del matrimonio, sino el área de servicio y la barbacoa. Creyente, evangélica y practicante, pidió a su marido que no marcara ningún compromiso de campaña durante el 'día del Señor' para los cristianos.
Originalmente, Michelle Bolsonaro era feligresa de la iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo, aunque luego se cambió a la iglesia bautista 'Atitude' (actitud). Si bien el presidente electo es católico, a veces acompaña a su esposa a los servicios evangélicos. Los líderes de ambas iglesias apoyaron su candidatura.

Incluso en sus transmisiones de Facebook Live —su principal canal de comunicación— llegó a oficiar de intérprete. En el Día Internacional de la Lengua de Señas, envió saludos a los sordos a través de las redes sociales.
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Michelle vivía y trabajaba en Brasilia, cuando conoció a su marido en 2007. Era secretaria en el Congreso Federal, y luego del inicio de la relación triplicó su salario, aunque luego debió abandonar su trabajo por una sentencia del Supremo Tribunal Federal que prohibía el nepotismo en la Administración.
Michelle ya tenía otra hija de una unión anterior. Según Folha, tiene un férreo control de todo lo que hacen las niñas. En 2013, ambos decidieron casarse en una iglesia evangélica: él, con 58 años; ella, con 31.
La familia de Michelle de Paula Firmo Reinaldo (su apellido de soltera) proviene de Ceará, en el noreste de Brasil, aunque ella nació en Brasilia. Cuando se acusaba a Jair Bolsonaro de racista, él respondía que su suegro era "un negrón": en efecto, su familia es en parte afrodescendiente.