"La economía digital está hoy fuera de la influencia colectiva de los Estados y por ello surgen problemas en el ámbito de la ciberseguridad y otros, algo que debemos resolver de manera conjunta", dijo Medvédev en su discurso en la cumbre Asia-Europa (ASEM) que acoge Bruselas.
En el evento de dos días que concluye este 19 de octubre, participan jefes de Estado y de Gobierno de más de 50 países de Europa y Asia, entre ellos las naciones de la UE, Rusia, China, Singapur, Japón, Malasia, Australia y otros.
El jefe de Gobierno ruso destacó que su país confiere una enorme importancia a la conectividad entre los dos continentes en cierta medida por la gran extensión de su propio territorio.
Dmitri Medvédev también apuntó a las posibilidades perdidas en las relaciones entre Rusia y la UE.
"Los años pasados resultaron ser el tiempo de las posibilidades perdidas para los lazos económicos entre Rusia y la UE", dijo.
Sin embargo, Medvédev destacó que "en la dirección oriental se está haciendo incomparablemente más".
La ASEM se creó en 1996 como un foro para el diálogo y la cooperación entre Europa y Asia con la finalidad de fortalecer la relación entre los dos continentes.
Los países ASEM en su conjunto representan el 55% del comercio mundial, el 60% de la población mundial y el 65% del Producto Interior Bruto (PIB) global.
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La cumbre de la ASEM se realiza cada dos años de forma alterna en Asia y Europa.
Sanciones económicas
Dmitri Medvédev también alertó que las sanciones económicas se han infiltrado en el "tejido" del diálogo económico y se han convertido en una herramienta de presión política y competencia desleal.
"Las sanciones económicas se han infiltrado en el 'tejido' del diálogo económico internacional y se han convertido en una herramienta habitual de presión política y competencia desleal", denunció Medvédev.
"En esta reunión están presentes jefes de países que han experimentado a cabalidad síntomas de estas guerras comerciales, y eso es lo más triste que pueda suceder", señaló.
Medvédev indicó que en la actualidad estas actitudes debilitan la economía mundial.
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"Todo esto es peligroso, en vez de cooperar, de hecho debilitamos nuestras relaciones, recordaré que diez años atrás éramos mucho más sabios y estábamos dispuestos a enfrentarnos de conjunto a las consecuencias negativas de la crisis económica", advirtió.
"Rusia expresa su apoyo a la OMC, que juega un papel sistémico en el comercio internacional, no obstante, también admitimos que la OMC necesita ser perfeccionada y renovada", constató.
Para Medvédev, "las contradicciones existentes entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo pueden ser superadas, aunque parezcan insuperables".
"Presentamos nuestras propuestas de renovación de la OMC junto a la India, la UE, espero que se logre un consenso", indicó.
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El jefe del Gobierno ruso defendió que la interacción comercial a nivel regional crece, pero es importante que estas integraciones se lleven a cabo atendiendo a las reglas de la OMC.
Tras la llegada al poder del presidente de EEUU, Donald Trump, su administración ha promovido una serie de pasos proteccionistas que han dado al traste con acuerdos internacionales y comerciales, siendo hasta ahora el episodio más grave el diferendo entre Washington y Pekín.
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EEUU y China, primera y segunda economías del mundo, respectivamente, se han enzarzado en una guerra comercial a gran escala en los últimos meses.
En julio pasado, establecieron un arancel recíproco del 25% a productos por valor de 50.000 millones de dólares.
En julio pasado el presidente Donald Trump amenazó con gravar mercancías chinas por 500.000 millones de dólares, prácticamente la totalidad de lo que EEUU importa de China.
Por otro lado, las sanciones económicas con sustento político se aplican cada vez con mayor frecuencia, afectando especialmente a países como Irán, Corea del Norte y la propia Rusia.